El fenomeno de la Niña en su apogeo, los recientes informes indican una Niña que se mantiene en fase activa y se estaría prolongando hasta comienzos del 2023.
La Niña, un fenómeno climático que influye en las temperaturas y precipitaciones, y que ha agudizado sequías e inundaciones en diferentes partes del mundo, continuará probablemente hasta el 2023.
El fenómeno de La Niña hace parte de un ciclo natural, que por cambios climáticos, provocan fenómenos meteorológicos y climáticos extremos que alteran las temperaturas y las precipitaciones estacionales, como el enfriamiento a gran escala en la zona ecuatorial centro y este del océano Pacífico, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia.
El campo sigue muy de cerca los pasos que sigue dando el fenomeno por tercera vez consecutiva, ya que el agro podría vivir una situación muy atípica de cara a la siembra de los granos finos porque «La Niña» podría persistir «incluso hasta 2023» y la fuerza de este acontecimiento es el más fuerte de los últimos 72 años.
Dentro del escenario climatico observado en el último trimestre, el otoño ha sido muy seco, y para volver a los valores normales a corto plazo en cuanto a la humedad en suelos, va a ser un proceso que tardará algunos meses más, al menos, hasta mediados de la temporada primavera 2022.
Los recientes datos de observación y seguimiento al fenomeno, indican que el enfriamiento del océano Pacifico podría menguar mínimamente en agosto con una baja de la temperatura de -1 a 0,5°C, pero los datos actuales indican su vuelta en octubre porque la neutralidad negativa sería una constante de este proceso, pero aún es un riesgo hacer estimaciones a largo y mediano plazo.
La realidad es que por tercera vez en menos de dos años, La Niña se ha instalado y se espera que persista hasta el próximo año, afectando las temperaturas y los patrones de precipitación y tormenta en muchas partes del mundo, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
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El episodio actual de La Niña empezó en septiembre de 2020; durante enero y febrero de 2022 se produjo un debilitamiento temporal de La Niña, pero el fenómeno se ha fortalecido desde marzo de este año, y según la OMM, hay una probabilidad del 70% de que continúe al menos hasta agosto, y un 50% ó 60% de que se mantengan durante el período comprendido entre julio y septiembre de 2022.
Incluso, algunas predicciones apuntan a que podría persistir hasta el 2023, es decir que el mundo viviría un «episodio triple de La Niña» (tres inviernos consecutivos del hemisferio norte), algo que solo se ha producido tres veces desde 1950.
Por su parte, también se responsabiliza a La Niña de la sequía en el Cuerno de África y Sudamérica, lo cual ha producido la pérdida de millones de cultivos y la muerte de decenas de personas. Además de las predicciones de una temporada de huracanes en el Atlántico con una actividad superior a la media histórica.
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Los pronósticos probabilísticos auguran en sus últimas actualizaciones que el fenómeno de La Niña se mantendría con un 64% de probabilidades durante este invierno y, mirando un poco más allá en el tiempo, las probabilidades son relativamente altas entre 50% y 60% para la primavera e incluso el verano, si bien es cierto que el retorno a la fase neutral acapara un porcentaje en torno al 40% nada despreciable para estas dos estaciones.
Según los últimos datos brindados por la NOAA, La Niña seguirá presente durante las próximos meses y comenzará a debilitarse recién a principios de 2023, entre el mes de enero y febrero, cuando las aguas del Pacifico central retomen una temperatura más cálida y el fenomeno quede en fase neutra, según la la Organización Meteorológica Mundial (OMM).