La Niña se resiste a desaparecer y se mantendrá por varios meses más

Así lo indica un informe semanal de eventos meteorológicos destacados, en el que incluyó un capítulo destinado a analizar las últimas informaciones surgidas en relación al fenómeno La Niña.

No hay muchos casos de tres campañas La Niña seguidas. El más cercano corresponde a las campañas 1998/99, 1999/00 y 2000/01.

La NOAA hace el seguimiento del fenómeno ENSO con actualizaciones periódicas del fenómeno. La actualización más reciente predice con bastante probabilidad el mantenimiento de la situación de La Niña para los próximos meses, a lo que apunta al último trimestre del 2022 y principios del 2023.

Un dato que de confirmarse sería la tercera vez en en 70 años de seguimiento. Las dos anteriores fueron en los años setenta y a caballo del comienzo del siglo XXI. Además, el último valor de anomalía en la zona (solo en los casos de dos años consecutivos de La Niña) refleja el menor valor en esos 70 años.

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La Niña en su máxima expresión

La Niña es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS, El Niño-Southern Oscillation, ENSO por su acrónimo en inglés). Este ciclo global tiene dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, precisamente conocida como La Niña. Cuando existe un régimen de vientos alisios fuertes desde el oeste, las temperaturas ecuatoriales disminuyen y comienza la fase fría o La Niña. Cuando la intensidad de los alisios disminuye, las temperaturas superficiales del mar aumentan y comienza la fase cálida, El Niño.

Estatus de La Niña

Durante mayo, las temperaturas de la superficie del mar (SSTs, por sus siglas en inglés) por debajo del promedio persistieron a través de la mayoría del centro y este del Océano Pacifico ecuatorial.

Esto actualmente está en gran acuerdo con el consenso del pronóstico este mes, lo que también predice que La Niña continuará hasta el invierno. Sin embargo, está claro que las recientes anomalías observadas atmosféricas y oceánicas se han debilitado y se anticipa que continúe hasta el verano.

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La incertidumbre permanece sobre si La Niña pudiera hacer transición a ENSO-neutral durante el verano, con los pronosticadores prediciendo un 52% de probabilidad de La Niña y un 46% de probabilidad de ENSO-neutral durante julio-septiembre 2022. Luego de esta temporada, se pronostica que habrá un enfriamiento, con La Niña favorecida durante el otoño y temprano el invierno. En resumen, aunque se favorece que condiciones de La Niña continúen hasta finales del año, las probabilidades de La Niña disminuyen tarde en el verano del Hemisferio Norte (52% de probabilidad en julio-septiembre 2022) antes de que aumente levemente en el otoño y temprano en invierno 2022 del Hemisferio Norte (58-59% de probabilidad; oprima Consenso del Pronóstico de CPC/IRI para la probabilidad de cada resultado en periodos de 3-meses).

Esta discusión es un esfuerzo consolidado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el Servicio Nacional de Meteorología de NOAA y sus instituciones afiliadas.

La Niña y la estación de huracanes en el Atlántico

Según el experto en meteorología tropical, Dr. Philip Klotzbach, la perspectiva más reciente de la NOAA reduce las probabilidades de El Niño y La Niña para el pico de la temporada del Atlántico de huracanes (agosto-octubre) con un aumento en las probabilidades neutrales de ENSO. Probabilidad de caída de El Niño: 4% a 3%, con probabilidad de caída de La Niña: 58% a 54%.

El Niño típicamente reduce los huracanes del Atlántico a través de demasiada cizalladura o cortante del viento. Lo contrario ocurre con La Niña, que los favorece.

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