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Consejos para el cultivo del Aloe vera en maceta o jardín

La planta de Aloe Vera es muy conocida en todo el mundo, por tratarse de una de las suculentas más fáciles de cultivar, y por sus propiedades medicinales.

El mejor momento para plantar el aloe vera es al final del invierno, una vez las heladas han terminado. Si lo plantas cuando todavía el clima es muy frío, es muy probable que no salga adelante, ya que las condiciones para su crecimiento no serán óptimas y necesitará hacer un sobreesfuerzo importante.

Sin embargo, si vives en una zona con un clima templado o si lo plantas directamente en maceta en el interior en el que mantienes una temperatura cálida estable, puedes plantarlo prácticamente durante todo el año, siendo el otoño y los inicios de primavera especialmente recomendables.

Desde hace miles de años forma parte de los jardines y macetas de los amantes de la jardinería. Aunque la planta parece una especie de cactus, pertenece al grupo de las plantas Affodill (Asphodelaceae) y no está relacionado con los cactus.

Las plantas de Aloe Vera crecen como un apretado grupo de hojas. Las hojas verdes pueden crecer hasta 50 centímetros de longitud – son como rosetas y están dispuestas alrededor. Las hojas tienen una superficie lisa y el margen de la hoja es dentada. En la época de floración de la planta, brotan de 60 a 90 centímetros de flores con racimos de colores de amarillos a rojos.

Calmá la tos con aloe vera, miel y aceite de oliva: https://infoagro.com.ar/aloe-vera-miel-y-aceite-de-oliva-para-calmar-la-tos/

En las hojas se encuentran entre otras unas 220, vitaminas, enzimas, minerales, aminoácidos y polisacáridos. Los polisacáridos incluyen, entre otros Acemannan que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Esta sustancia también es producida por el cuerpo humano hasta que comienza la pubertad.

Con algunos cuidados básicos, podrá crecer espléndida para disfrutar de sus propiedades ornamentales y medicinales.

¿Cómo cuidar el aloe vera en maceta?: https://infoagro.com.ar/que-cuidados-precisa-el-aloe-vera-en-maceta/

Cuidados del áloe vera

Luz

El Aloe es una planta que gusta del calor, la sombra o media sombra. Puede cultivarse tanto en exterior como en interior (aunque no es lo ideal) sólo será necesario que reciba al menos 3 horas de sol diarias, preferentemente por la mañana para no sufrir quemaduras.

En la media sombra al exterior, sus hojas se desarrollarán anchas, fuertes, de un verde brillante y por supuesto, con mejores propiedades medicinales.

En interior, hay que tener cuidado de no dejarla detrás de un vidrio que pueda potenciar los rayos y quemar sus hojas. Habrá que girar la planta cada 6 meses aproximadamente para que crezca pareja.

Se puede conservar el gel del aloe vera en la heladera:https://infoagro.com.ar/se-puede-conservar-el-gel-del-aloe-vera-en-la-heladera/

Riego

Las hojas y raíces gruesas del Aloe vera tienen la capacidad de almacenar agua. Ante un exceso de humedad, la planta tiene tendencia a sufrir ataque de hongos y pudriciones.

Para que esto no suceda, lo ideal es dejar que la tierra se seque casi por completo antes de volver a regar. Además, hay que asegurar que no quede agua encharcada si se la cultiva en maceta. El drenaje es clave.

Durante los meses de verano se la riega una vez por semana, pero en invierno, los riegos se disminuyen hasta una vez al mes ya que la planta entra en reposo.

La frecuencia de riego depende del tamaño de la planta y de la maceta, de la mezcla de tierra y de las condiciones en las que crezca el áloe vera.

Suelo

La tierra a utilizar es clave ya que se relaciona con el riego, sobre todo si se cultiva en maceta. Habrá que tener en cuenta que la mezcla o sustrato permita un buen drenaje y aireación, para evitar pudriciones. Las raíces también respiran.

Existen mezclas especiales para cactus y suculentas que se consiguen en los centros de jardinería y viveros. Pero sino, puede mezclar tierra de jardín con algo de perlita y compost.

Temperatura

La temperatura es un factor muy importante en el cultivo las suculentas como el Aloe vera. Toleran hasta un mínimo de 5°C (41°F) sin problemas, aunque prefieren las temperaturas cálidas y templadas.

Algunas variedades pueden llegar a resistir los -2°C (bajo cero) pero pueden verse afectadas por las heladas. Por ello es conveniente en zonas muy frías, preservarlas bajo invernadero durante los meses de invierno.

Alimentación / Fertilización

Esta planta no es exigente ni necesita fertilización. Como la mayoría de las suculentas, la fertilización no es realmente necesaria.

Con agregar una capa de 1 a 2 cm de humus de lombriz con una capa de de compost cada 6 meses será más que suficiente.

En la primavera, a los Aloes cultivados en maceta, se les puede reforzar con harina de pescado. Si se desea que entren en floración de manera más abundante, puede agregarse algo de fósforo o potasio adicional con tés de banana.

Poda y cosecha

La poda no resulta necesaria para esta planta. Solo se recortan los tallos florecidos cuando se secan para que el aloe no pierda fuerza y por razones estéticas, y hojas dañadas o secas de la base.

Para cosecharla correctamente, se cortan las hojas desde la base y cuidando de mantener la forma de la planta.

Para el corte hay que utilizar un cuchillo limpio y afilado y en lo posible desinfectado para evitar contagio de enfermedades entre plantas.

Sino se usa la totalidad de la hoja en el momento, puede conservarse por un par de días en la heladera. Incluso fría, sentará mejor en uso tópico sobre la piel.

Plagas

Las plagas en el Aloe vera resultan raras, pero pueden ser atacadas por pulgones anaranjados o cochinillas. Esto se debe a un exceso de humedad ambiental, sumado al calo y falta de ventilación.

Las cochinillas se pueden retirar con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol diluido en agua o agua jabonosa.

Si la plaga persiste, lo mejor es recurrir a insecticidas caseros, ecológicos, especialmente si esta planta es utilizada con fines medicinales.

Propagación

El Aloe vera es una planta muy fácil de multiplicar. De su base suelen salir hijuelos que se retiran con cuidado. Deben elegirse los que ya hayan echado algo de raíz para asegurar su buen desarrollo.

También es posible enterrar unos centímetros una hoja de Aloe. Como cualquier otra suculenta, con el tiempo desarrollará raíces.

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