Conoce al hermoso caballo con rulos que habita la Patagonia argentina

El Bashkir Curlie es fácil de identificar ya que es la única raza de caballos que tiene el pelo rizado. Conoce a este magnifico ejemplar y cómo llegó al punto más austral del país.

En invierno, en medio de un frío día, una manada de caballos que galopa por el paisaje, un Bashkir Curly nunca pasará desapercibido, por que este será el único ejemplar que tenga el pelo rizado, lo que lo convierte en uno de los caballos más bellos del mundo, y de alguna manera hoy es un raro pero hermoso habitante de una región de la Patagonia.

Aún se desconoce como esta bella, rara y antigua raza de caballos, llegó a la Patagonia, teniendo en cuenta que proceden de la región de los Urales, Rusia, donde su particular fisonomía evolucionó para adaptar al ejemplar a los crueles inviernos de la región.

En los Urales, donde los “bashkires” los utilizaron históricamente como animales de trabajo y de transporte y también para la obtención de leche con la que elaborar el “kumis”, una bebida tradicional que se obtiene a partir de leche de yegua fermentada, una verdadera rareza.

También llegaron a Norteamérica, aunque aún se desconoce de que manera se introdujeron en el territorio, pero probablemente lo hicieron atravesando el Estrecho de Bering hasta desembocar en Alaska y seguramente no llegaron hasta allí por voluntad propia, puesto que esta región siberiana está muy alejada de su hábitat natural, lo que nos permite imaginar que si los Bashkir conquistaron un nuevo continente lo consiguieron gracias a la mano del hombre.

¿Cómo llegaron estos caballos a la Patagonia? 

Aún para muchos resulta una rareza, aunque existen varias hipótesis que tratan de explicar la aparición de esta raza en la Patagonia argentina. Una de las que toma más fuerza data de 1536, cuando Don Pedro de Mendoza, gobernador de la colonia española, introdujo 100 equinos de trabajo y de guerra provenientes de Cádiz al territorio. Años después, tras la huida de los españoles, los caballos quedaron abandonados y comenzaron a reproducirse de a miles, poblando gran parte de la Argentina. Al regresar a la zona, años más tarde, observaron que los caballos de algunos sectores habían desarrollado el característico pelo rizado.

Otra teoría relevante refiere a una expedición realizada por el obispo Trejo, quien ingresó equinos por el sur argentino. También se cree que los templarios al traer el Santo Grial a la Meseta de Somuncurá lo hicieron montando estos caballos.

Una tercera versión menciona que estos caballos llegaron desde el norte, cruzando el estrecho de Bering y que eran originarios de la región de Bashkiria, Rusia.

Su expansión en los EE.UU

En Estados Unidos los Bashkir Curly, mezclados con manadas de Mustang y otras razas equinas llegadas hasta allí junto a los colonizadores europeos, vivieron en estado salvaje durante décadas, hasta que un tal John Damale, de Eureka (Nevada), fue el encargado de capturar, domar y registrar el primer ejemplar de Bashkir a comienzos del siglo XX.

Los inviernos en aquella zona de Estados Unidos eran especialmente duros y fríos por aquella época, pero la familia Damale pudo ver con asombro como su Bashkir Curly soportaba con facilidad las bajas temperaturas gracias a tener un abundante y largo pelaje rizado, que lo hacía parecerse a una oveja gigante y que asombrosamente una vez llegado el verano desaparecía por completo hasta nueva orden.

Características que lo hacen únicos

Estos caballos tienen una altura a la cruz que oscila entre 142 y 162 centímetros y desde sus orígenes han sido animales muy resistentes, con un esqueleto muy fuerte y de cascos duros, además de estar considerados como unos caballos de gran valor y temple que no entran en pánico ante situaciones inesperadas, lo que en algún momento de la historia sirvió para que los Bashkir fueran muy valorados en el uso militar.

Por otro lado, los Bashkir Curly están considerados como los únicos caballos hipoalergénicos que existen, es decir, su pelaje no produce reacciones alérgicas, y ello es posible gracias a que poseen unas glándulas sebáceas hiperactivas que contrarrestan los elementos alérgenos tan habituales en los equinos.

Además de estar considerados como unos caballos de gran rareza, cuya población a nivel mundial es más bien escasa, los Bashkir también son una de las razas equinas más antiguas, y los únicos que presentan por razones genéticas un pelaje rizado en todas las capas y tonalidades, que puede ser hasta una auténtica melena, una característica que como decíamos anteriormente desaparece en verano cuando el pelo de un Bashkir es similar al de resto de caballos.

Estos “rizos” otorgan a cada ejemplar una imagen de muñecos de peluche que a simple vista transmite sensación de dulzura y encanto, lo que unido a la docilidad y buen carácter que presentan estos caballos los convierte en ideales para que sean montados por niños y como animales de iniciación.

Con información de: https://news.agrofy.com.ar/

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