Esto se logra luego de pasar casi 6 meses enfrentando el brote y su impacto en la industria avícola.
Ante la gripe aviar, en los últimos meses en el país se debieron sacrificar 2,2 millones de aves afectadas. Ahora, Argentina busca retomar su estabilidad epidemiológica y reactivar las exportaciones.
Luego de casi seis meses de enfrentar el brote, se anunció la conclusión de las acciones sanitarias contra la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP).
Cabe destacar que las consecuencias se vieron reflejadas en las exportaciones, con una caída del 28% en volumen y 35% en divisas en comparación con otros años.
Sin embargo, Roberto Domenech, presidente de CEPA, prevé una producción de 1.000 millones de pollos para este 2023, con un consumo estimado de 47 kilos por habitante.
Fuente: www.agrolatam.com
