El olivo, árbol emblemático de la región mediterránea, puede verse afectado por diversas enfermedades que comprometen su salud y productividad. A continuación, se describen las más comunes y sus respectivos tratamientos:
El cultivo del olivo en Argentina es una actividad agrícola con un importante potencial, adaptándose a diversas regiones del país. A continuación, se detallan aspectos relevantes sobre su cultivo y el cuidado de las plantaciones.
Las principales provincias productoras incluyen La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Estas regiones ofrecen climas mediterráneos, con inviernos suaves y veranos cálidos, ideales para el desarrollo del olivo. También se encuentran cultivos de olivos, en menor medida, en las provincias de Salta, Neuquén, Río Negro, San Luis, Santiago del Estero y Chubut.
Lo más destacado dentro del cultivo del olivo en el país es sin lugar a dudas la producción de aceite de oliva, lo que ha experimentado un crecimiento notable en los últimos tiempos, impulsado por la calidad de los aceites y la creciente demanda tanto en el mercado interno como externo.
Dentro de la producción exitosa se destacan la disponibilidad de suelos adecuados y la adaptación del olivo a condiciones de sequía relativa son ventajas para su cultivo en varias zonas del país. La aplicación de nuevas tecnologías, mejoran la producción, y la calidad de los productos obtenidos en las regiones donde se produce el cultivo.
Zonas de Producción:
- Las principales provincias productoras de olivos en Argentina son:
- La Rioja
- Catamarca
- San Juan
- Mendoza
- Córdoba
- Buenos Aires
- Estas regiones presentan condiciones agroclimáticas favorables para el desarrollo del olivo, como suelos adecuados y climas mediterráneos con inviernos suaves y veranos cálidos.
Variedades de Olivo:
- En Argentina, se cultivan diversas variedades de olivo, tanto para la producción de aceite de oliva como para aceitunas de mesa.
- Algunas de las variedades más comunes son:
- Arauco
- Manzanilla
- Frantoio
- Arbequina

Enfermedades Fúngicas:
- Repilo (Spilocaea oleagina):
- Causada por un hongo, se manifiesta con manchas circulares grisáceas en las hojas, que luego amarillean y caen.
- Tratamiento:
- Aplicación de fungicidas cúpricos en otoño e invierno.
- Poda de aireación para mejorar la ventilación.
- Eliminación de hojas caídas para reducir la propagación.
- Verticilosis (Verticillium dahliae):
- Hongo que afecta las raíces, causando marchitez y muerte de ramas.
- Tratamiento:
- No existe un tratamiento químico eficaz.
- Selección de variedades resistentes.
- Eliminación de árboles afectados y no replantar en el mismo lugar.
- Fertilización equilibrada, evitando el exceso de nitrógeno.
- Escudete (Botryosphaeria dothidea):
- Hongo que produce manchas en hojas y frutos, y puede causar la muerte de ramas.
- Tratamiento:
- Tratamientos fitosanitarios con soluciones cúpricas.
- Control de la mosca del olivo, ya que las heridas facilitan la entrada del hongo.
- Antracnosis o aceituna jabonosa:
- Hongo que ataca los frutos, causando manchas y pudrición.
- Tratamiento:
- Aplicaciones de fungicidas cúpricos, especialmente después de lluvias.
Enfermedades Bacterianas:
- Tuberculosis del olivo (Pseudomonas savastanoi):
- Bacteria que causa tumores o verrugas en ramas y troncos.
- Tratamiento:
- Poda de ramas afectadas y desinfección de herramientas.
- Aplicación de cobre en otoño y primavera.
- No existen curas una vez instaurada en la planta.
Plagas:
- Mosca del olivo (Bactrocera oleae):
- Insecto que deposita huevos en los frutos, cuyas larvas se alimentan de la pulpa.
- Tratamiento:
- Trampas con feromonas.
- Insecticidas específicos.
- Tratamientos preventivos.
- Polilla del olivo (Prays oleae):
- Este insecto puede atacar las flores, las hojas o los frutos.
- Tratamiento:
- Tratamientos químicos y biológicos.
- Favorecer la presencia de depredadores naturales.
- Cochinilla del olivo (Saissetia oleae):
- Se alimenta de la savia, provocando la caída de hojas y frutos, y favoreciendo el desarrollo de hongos.
- Tratamiento:
- Aceites minerales.
- Insecticidas específicos.
- Control biológico con depredadores naturales.

Recomendaciones generales:
- Realizar podas de mantenimiento para favorecer la ventilación y reducir la humedad.
- Eliminar restos de poda y frutos caídos para evitar la propagación de enfermedades.
- Mantener un buen equilibrio nutricional del olivo.
- Observar regularmente el olivo para detectar signos de enfermedades o plagas.
- En caso de plaga o enfermedad, lo mejor es acudir a un profesional, o ingeniero agrónomo, para que de un diagnostico certero, y un tratamiento adecuado.