29-03-24 |

La soja y el maíz marcarían un récord en el 2022 con aportes de divisas hasta u$s40.000 millones

El campo suma, como los «comodities de oro», los granos aportan un equilibrio económico sustancial y vital para la economía del país, con ingresos de divisas que se perfilan como récord para el año que corre.

Bien dicen que el motor económico de Argentina es el campo, el agro en si y los derivados, más allá de las tabas políticas (innecesarias), como lo son las retenciones al sector, o bien, el impacto que el clima provoca según las estaciones del año. Para mayor objetividad, vale destacar la importancia de las exportaciones agrícolas como fundamental eje para generar ingresos de divisas al país, aportando un alivio económico a un escenario que de por si, no es el mejor.

Si bien la última campaña agrícola gruesa se vio condicionada por el factor climatico en gran parte de la región productora, con «la Niña» apretando el cuelo a los productores y regando incertidumbre, pero poca lluvia, nada impidió una cosecha prometedora, más allá de que se llegó a hablar de los bajos rendimientos en cultivos. Hoy, se puede decir, que de la mano de la soja y el maíz, las perspectivas de ingresos apuntan a una segunda etapa del año con buenos ingresos de agrodólares.

Teniendo en cuenta los altos precios internacionales que se mantienen en el mercado, la Soja aportará u$s23.972 millones en valor agregado, lo que representa un un 17,1% más que el año pasado. En tanto, el maíz tampoco se queda atrás y continúa sumando protagonismo en los campos y en el ingreso de divisas: según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el cereal aportaría otros u$s20.300 millones y, así, de la mano de los dos cultivos se alcanzaría el récord de más de u$s40.000 millones.

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En lo que respecta a la campaña de soja que terminó apenas semanas atrás, se sembraron 16,3 millones de hectáreas, lo que marca una contracción de 600.00 hectáreas en relación a la campaña 2020/21 y una caída de 6 % con respecto al promedio de las últimas 5 campañas. Los productores optaron por sembrar menos soja y el clima tampoco ayudó en muchas zonas productivas.

El impacto del clima en la campaña gruesa

El ciclo finalizó con 700.000 toneladas por debajo al escenario inicial de 44 millones de toneladas, lo que marca una cosecha final de 43,3 millones de toneladas. “La falta de humedad superficial durante el mes de diciembre impidió concretar los planes de siembra, con un recorte 200.000 hectáreas. Altas temperaturas junto a lluvias por debajo a la media sobre el centro del área agrícola afectaron los cuadros de primera. Finalmente, heladas tempranas sobre el oeste y sur del área implantada generaron mermas en cuadros de soja de segunda mientras se encontraban en pleno período crítico”, explicaron desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

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Así es que la cadena de la soja aportará a la economía argentina u$s23.972 millones en el 2022 en valor agregado, un 17,1 % por encima del valor del año pasado. El aumento está explicado por la suba en los precios del cultivo, que superan los máximos de las últimas cinco campañas. Adicionalmente, generará exportaciones por u$s25.443 millones (mostrando una suba del 10% respecto al año previo) y aportará u$s10.489 millones en recaudación fiscal (14,4 % más que la campaña pasada).

En cuanto al maíz, su crecimiento fue realmente meteórico porque no solo ya se siembra más grano amarillo que soja, sino que incrementó su Producto Bruto un 145% en los últimos años, hasta alcanzar un récord proyectado para la cosecha que está terminando de u$s20.397 millones, unos u$s2.500 millones por encima del ciclo 2020/21, que ya había sido el mejor de la historia en términos de generación de valor. El cereal explicará así un 3,6% del PBI argentino.

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