La serie argentina de Netflix, ‘El Eternauta’, basada en la icónica historieta de 1957, ha causado revuelo global con su representación de una nevada tóxica que paraliza Buenos Aires.
La nueva sensación de Netflix, «El Eternauta», cuenta la historia de Juan Salvo, quien, junto a sus seres queridos, queda aislado en una Buenos Aires caótica tras una nevada letal que diezma a la población. Lo que inicialmente se presenta como un desastre natural se revela como el preludio de una invasión alienígena. Desde ese momento, los protagonistas deben unirse, resistir y combatir por su supervivencia, en una trama que subraya la trascendencia de la solidaridad y la acción conjunta ante la adversidad.

Esta producción está ambientada en la Argentina contemporánea, fusiona elementos característicos de la ciencia ficción con un profundo mensaje sociopolítico. Con una impactante producción y un elenco liderado por Ricardo Darín, «El Eternauta» no solo busca atrapar al espectador con su narrativa absorbente, sino también honrar la esencia de la historieta original de Oesterheld. Esta última plasmó la resistencia de un pueblo ante lo desconocido y lo devastador.
Una extraña nevada cubrió Buenos Aires, pero el encanto duró poco: el contacto con los copos significaba una muerte fulminante. Así, los sobrevivientes buscaron refugio, dejando una ciudad en silencio. Este escalofriante escenario resuena con un evento real.
El 1 de marzo de 1954, Estados Unidos detonó la bomba de hidrógeno Castle Bravo en el atolón Bikini. La explosión generó una nube radiactiva que viajó lejos, transformándose en un polvo blanco que cayó sobre el pesquero japonés Daigo Fukuryū Maru. La tripulación sufrió graves daños por radiación, y Aikichi Kuboyama falleció semanas después, convirtiéndose en la primera víctima conocida de una «nieve mortal» causada por la actividad humana: La nieve radiactiva.
¿Es posible que precipite nieve radiactiva?
La respuesta a esta pregunta es la respuesta corta es sí, es posible que la nieve se contamine con materiales radiactivos. Veamos de qué manera puede llegar a contaminarse el núcleo de los cristales de hielo que producen la nieve:
- Liberación de partículas radiactivas a la atmósfera: Ya sea por accidentes nucleares (como Chernóbil o Fukushima), pruebas de armas nucleares en la atmósfera (que se realizaron en el pasado), o incluso emisiones controladas de instalaciones nucleares, se pueden liberar partículas radiactivas muy pequeñas al aire.
- Transporte atmosférico: Estas partículas pueden ser transportadas por los vientos a grandes distancias.
- Incorporación a las nubes: Cuando se forman las nubes y comienza la precipitación (ya sea lluvia o nieve), estas partículas radiactivas pueden actuar como núcleos de condensación (para la lluvia) o de congelación (para la nieve). Esto significa que las gotas de agua o los cristales de hielo se forman alrededor de estas partículas.
- Caída a la superficie: Finalmente, la nieve que cae puede contener estas partículas radiactivas, convirtiéndose en lo que podríamos llamar «nieve radiactiva».
Es importante destacar que la cantidad de radiactividad presente en esta nieve puede variar enormemente. En algunos casos, podría ser tan baja que no represente un peligro significativo para la salud. Sin embargo, en situaciones de accidentes graves, la concentración de materiales radiactivos podría ser lo suficientemente alta como para ser preocupante.

Además, la nieve radiactiva puede tener implicaciones para el medio ambiente, ya que, al derretirse, los contaminantes radiactivos pueden incorporarse al suelo y al agua.
Así que, aunque no es un fenómeno común o deseable, la física y la química permiten que la nieve se contamine con materiales radiactivos.