El patay es un dulce elaborado con la harina de algarroba, un tradicional postre del norte de Argentina. En esta nota te vamos a contar como se prepara.
La algarroba encierra muchas propiedades, considerado un alimento que aporta mucha energía, conteniendo un 50 % de azúcar natural y un 10 % de proteínas, cuyas semillas están constituidas por una buena cantidad de fibras, lo que al ser consumidas en harina, son ideales para favorecer a un buen transito digestivo.
Este alimento a base de harina de algarroba, es muy bueno para celiacos, además de poseer propiedades antioxidantes.
El árbol del algarrobo ofrece unas vainas finas y alargadas, las que se hacen secar a los rayos del sol durante 1 semana al menos, luego de que están bien secas se trituran o muelen con un mortero, o bien procesan con una licuadora, obteniendo una harina bien fina, que es la materia prima con la que se produce el patay.
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Para proceder a elaborar el patay dulce, se realiza mezclando esta harina con agua, con lo que se obtiene una masa. Luego se coloca esta masa en pequeños moldes redondos y se ejerce presión con una cuchara, para lograr un producto compacto.
Una vez colocado en moldes, se distribuyen en una placa de acero o hierro, y se introducen al horno bien caliente, entre unos 10 a 12 minutos, logrando que estos adopten un dorado en ambas caras.
Una ves que estén listas, se sacan del horno y se colocan en bolsas de papel, y se llevan a un lugar seco y fresco.
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