17-05-24 |

«La Niña»: ¿Se va o se queda?

La mayoría de los modelos meteorológicos apuntan a que el fenómeno de «La Niña» entraría lentamente a una etapa de debilitamiento durante este mes de marzo. ¿Se mantiene la tendencia o se estira el fenómeno?

Llegamos al mes de marzo, y los modelos climáticos siguen presentando positividad según indicaron, el fenómeno se mantiene en fase de debilitamiento, aunque lento, se encamina hacia la neutralidad. Para abril y mayo, ya tendría que hablarse de una absoluta neutralidad. Según los últimos informes, se espera una transición de La Niña a ENSO-neutral durante la temporada de febrero a abril 2023. Para el otoño del Hemisferio sur (marzo-mayo 2023), la probabilidad de ENSO-neutral es de 82%.

Durante el seguimiento a la Niña, se da a conocer que el fenómeno es más débil, el cual persistió durante enero de 2023, de todas formas, las temperaturas de la superficie del mar (SSTs, por sus siglas en inglés) continuaron debilitándose aún más a través del Océano Pacífico ecuatorial,

Vale destacar que el actual fenómeno de La Niña comenzó allá por septiembre de 2020, y se repitió durante el 2021 y el 2022, provocando una delicada situación hídrica en gran parte del país. ¿Hasta cuándo se mantiene activa?.

Por el momento «La Niña» continuará presente un tiempo más, y se extendería hasta el primer trimestre de este 2023. A lo largo del mes de enero y febrero continuó influyendo en las temperaturas y las lluvias, afianzando sequías en distintas regiones del territorio, y generando picos de temperaturas extremas en otras áreas.

Tras el seguimiento anual a las condiciones de temperatura del océano Pacifico central, los pronósticos anticipan que existe un 65% de probabilidad de ocurrencia de una fase “Niño” en el trimestre comprendido entre los meses de julio a agosto y que la misma asciende a 67% para el período de julio a septiembre del año que viene.

Todo indica que hay altas chances de que El Niño vuelva a visitarnos después de varios años de ausencia. Este fenómeno, que en algún momento ganó a la tapa de los diarios y principales portales informativos del mundo, puede traer impactos importantes en nuestro país, como ocurrió en 2015/2016, con las inundaciones en amplias regiones.

Algunos pronósticos son más alentadores, y apuntan que desde el mes de febrero se estará corrigiendo la anomalía de lluvias por debajo de lo normal, con mayor ingreso de aire húmedo y mayor continuidad en cuanto a las lluvias para la región núcleo y centro del país.

Tendencia para el resto del verano

El sistema climático, desde el actual “Neutral Frío”, a un “Neutral Cálido”, se continuará observando durante el transcurso del verano, llevando el ritmo del clima cerca de su promedio estacional, aunque aún se mantendrá cierta tendencia de lluvias inferiores a lo normal.

En la etapa previa al seguimiento, los informes indican que la primera parte de la estación continuará observando perturbaciones, que irán disminuyendo su intensidad hasta dejar de actuar en forma negativa hacia el final de la estación, entrando lentamente a fase de neutralidad.

Recién hacia finales de marzo, los suelos repondrán sus reservas de humedad en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur, aunque algunas zonas, como el sudoeste de la Región Pampeana, y el Chaco Paraguayo, no lograrán hacerlo en forma completa.

Algunos datos clave para que comprendas este particular fenómeno:

  1. Con previsiones anticipadas realizadas por los climatólogos del CPC/IRI, la probabilidad de que se produzca un episodio de El Niño desde el segundo trimestre del año 2023. 
  2. Ocurre cuando el agua del Océano Pacífico ecuatorial aumenta su temperatura, se extiende hasta el continente americano y llega hasta las costas de Perú.
  3. El Niño se inicia cuando el calentamiento del agua iguala o supera en 0.5°C a las temperaturas normales, durante cinco meses consecutivos.
  4. El agua caliente actúa como una gran hornalla que calienta el aire y aumenta la evaporación. La energía agregada a la atmósfera altera la circulación del aire en todo el mundo
  5. Es una variabilidad climática natural con efectos que pueden durar varios meses o pocos años. Combinado con otras oscilaciones, su impacto puede potenciarse o atenuarse.
  1. Es un fenómeno variable que no tiene un ciclo definido. Históricamente, su aparición se observa en períodos que van entre 2 y 7 años. Aunque en los últimos años se dieron 3 eventos consecutivos de la Niña.
  2. El Niño puede modificar el comportamiento de la temperatura y de las lluvias, pero generalmente los impactos no se observan en todo el país. Sus efectos son frecuentes en el litoral y centro- este de Argentina.

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