¿Qué es el virus Junín?

Desde la identificación del virus Junín en 1958, la distribución geográfica del patógeno siempre estuvo confinada a la región central de Argentina. Al tiempo de su descubrimiento e identificación en la década de 1950,

La enfermedad endémica es típica de la zona agropecuaria, causada por el roedor silvestre Calomys musculinus (Sigmodontinae, Muridae), conocido comúnmente como ratón maicero

El virus Junín es una especie de arenavirus causante de la fiebre hemorrágica argentina o «fiebre hemorrágica de Junín». Lleva su nombre debido a que en 1958 aparecieron numerosos casos en la zona de la localidad de O’Higgins, cercana de la ciudad de Junín. Actualmente, desde el 29 de febrero de 2008, no se diagnosticaron más casos y quedó descartada la presencia del virus en la ciudad.

Los roedores infectados pueden eliminar crónicamente el virus con sus secreciones y excretas. El virus eliminado es transmitido al hombre por inhalación a través de aerosoles o penetra a través de pequeñas heridas de la piel o mucosas.

Los humanos tienen viremia durante todo el período febril, y el virus se ha aislados de orina, saliva y de leche materna durante la fase aguda. Usualmente no existe transmisión del virus de persona a persona, a pesar de que en casos de contacto íntimo esta transmisión puede ocurrir.

Fiebre Hemorrágica Argentina

La Fiebre Hemorrágica Argentina, conocida como el «mal de los rastrojos«,es una enfermedad causada por el virus Junín y afecta a una extensa región de nuestro país que abarca la provincia de Buenos Aires, sur de provincia de Santa Fe, Córdoba y La Pampa.

La contraen principalmente personas que trabajan, viven o visitan el campo o estuvieron en contacto con sitios invadidos por roedores del campo los cuales eliminan continuamente el virus a través de su saliva y orina, contaminando el medio ambiente en el que viven.

Síntomas

Los síntomas que presenta la Fiebre Hemorrágica se inician con cuadro de fiebre, decaimiento y dolor de cabeza. Luego pueden presentarse dolores musculares, de articulaciones, detrás de los ojos, mareos, náuseas y vómitos.

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es importante consultar al médico ya que existe un tratamiento que, si se administra a tiempo, aumenta las posibilidades de curar la enfermedad.

Vacunación

La vacunación es la principal forma de prevenir la Fiebre Hemorrágica Argentina, es altamente eficaz y se encuentra en el calendario oficial, y disponible en los efectores públicos del Ministerio de Salud de la Provincia.

Deben vacunarse hombres y mujeres mayores de 15 años que no hayan sido vacunados anteriormente y que residan o desarrollen actividades en las zonas del área endémica. En el caso de las mujeres, no deben estar embarazadas o amamantando, ni presentar cuadros agudos o crónicos descompensados, estar recibiendo corticoides sistémicos o presentar cuadros de inmunosupresión congénitos o adquiridos y no deben haber recibido otras vacunas y/o gammaglobulinas, cualquiera sea, en el mes previo, ni recibirlas en el mes posterior a recibir la vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina.

Otras formas de Prevención

  • Mantener una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
  • No introducir tallos, hojas o granos en la boca.
  • No acostarse sobre bolsas o en el suelo.
  • Comer y dormir en habitaciones limpias.
  • Usar calzado cerrado.
  • Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella; disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.
  • No destruir la fauna depredadores de roedores, tales como lechuzas, lechuzones, chimangos y gatos.

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