los agujeros en ciertos quesos son el resultado natural de la fermentación por bacterias específicas que producen gas dióxido de carbono, el cual queda atrapado en la masa del queso durante su maduración. Te contamos en detalles sobe esta característica.
Estos huecos, técnicamente llamados ojos, cumplen diversas funciones, tanto en el proceso de elaboración como en las características finales del queso. La principal razón de su existencia es la producción de gas durante la fermentación.
La razón por la que algunos quesos desarrollan esos característicos agujeros, conocidos técnicamente como ojos, se debe principalmente a la acción de ciertas bacterias durante el proceso de fermentación y maduración.
1. Son un subproducto natural del proceso de fermentación:
- Durante la maduración de ciertos tipos de queso, como el Emmental o el Gruyère, se añaden bacterias específicas, principalmente de la especie Propionibacterium freudenreichii.
- Estas bacterias consumen el ácido láctico presente en la leche (producido por otras bacterias al inicio del proceso) y liberan dióxido de carbono (CO₂), entre otros compuestos.
- Este gas CO₂ queda atrapado dentro de la masa del queso, que aún es maleable.
2. Contribuyen a la textura característica del queso:
- La presencia de los ojos crea una textura distintiva, que puede ser desde suave y flexible hasta más firme, dependiendo del tamaño, la cantidad y la distribución de los agujeros.
- Los quesos con muchos ojos suelen tener una textura más abierta y aireada en comparación con los quesos compactos.
Seguir leyendo: ¿Cómo se elabora el queso roquefort? Características principales del proceso

3. Influyen en el sabor y aroma del queso:
- Si bien el CO₂ en sí mismo es inodoro, las bacterias Propionibacterium también producen otros compuestos durante su metabolismo, como el ácido propiónico y el ácido acético.
- Estos ácidos contribuyen al sabor ligeramente dulce, ácido y a nuez característico de quesos como el Emmental. El aroma también puede verse influenciado por estos compuestos.
4. Son un indicador del proceso de maduración:
- El tamaño, la forma y la distribución de los ojos pueden dar a los maestros queseros información sobre cómo se ha desarrollado la fermentación y la maduración del queso.
- Ojos demasiado grandes, irregulares o ausentes pueden indicar problemas en el proceso de elaboración, como una fermentación descontrolada o una maduración inadecuada.
Te puede interesar: Guía completa: Los quesos argentinos más picantes para los amantes del sabor intenso
Los agujeros en el queso no son un defecto, sino una característica deseada y funcional en ciertos tipos de queso. Son el resultado natural de la actividad bacteriana durante la fermentación, contribuyen a la textura y el sabor distintivos, y sirven como un indicador del correcto desarrollo del queso.
En la elaboración de quesos como el Emmental, el Gruyère, el Jarlsberg y algunos otros, se añaden cultivos específicos de bacterias, principalmente de la especie Propionibacterium freudenreichii.
Metabolismo y liberación de CO₂: Estas bacterias tienen la particularidad de metabolizar el ácido láctico, que ya ha sido producido por otras bacterias al inicio del proceso de fermentación de la leche. Al consumir el ácido láctico, liberan dióxido de carbono (CO₂) como uno de sus productos de desecho.
Es importante destacar que no todos los quesos tienen ojos. Quesos como el Cheddar, el Gouda o el Brie se elaboran con diferentes tipos de bacterias y procesos que no producen grandes cantidades de gas CO₂, resultando en una textura más compacta.
Otra nota interesante: Époisses de Bourgogne: ¡ El queso prohibido!
