Si bien la disputa entre el gobierno y el medio rural fue provocada por el posible aumento de las retenciones, ayer una de las entidades que integran el formulario de contacto, Koninagro, dio a conocer un informe del portal índice Mundi, que reflejaba la situación del país.
En la tierra, que representa más del 93% de las exportaciones totales, solo cinco países han solicitado la retención de impuestos, incluida Argentina. Además, Argentina y Kazajstán son los dos países que imponen los impuestos más altos sobre este impuesto.
Según el informe, los países que actualmente solo retienen impuestos son Indonesia, Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Costa de Marfil, Tanzania, Guinea, Argentina, Camboya, Irán, Camerún, Uganda y Hungría. Se trata de 12 de los 180 países del mundo. Del mismo modo, si analiza la lista de los exportadores más grandes del mundo (los exportadores más exitosos), encontrará que no existe un impuesto sobre las ventas extranjeras entre estos países.
Sin embargo, entre los países mencionados, solo Indonesia, Rusia, Hungría, Argentina y Kazajstán son los 50 principales exportadores del mundo que recaudan impuestos a la exportación. Por otro lado, de los 30 países exportadores más grandes del mundo, solo Rusia está en la lista de países que gravan las ventas al exterior.
Dijeron desde Coninagro: «Todo esto nos lleva a concluir que las empresas más competitivas no gravan los productos de exportación y, en general, las empresas que gravan los productos de exportación no son las empresas más exitosas». Respecto a los datos del informe, Carlos Iannizzotto, presidente de Conninagro, pidió “no demonizar” las exportaciones de alimentos, y señaló que el principal motivo de la inflación en Gonzalas es la Casa Rosada, y agregó: El Presidente dijo: “Cuida la mesa del argentino”, pero también cuida a los productores, es decir, a los que esconden su negocio.
Por otro lado, el aporte realizado por Coninagro permitió determinar la participación de la recaudación por retenciones en la recaudación total y se la comparó con la de otros países. Con datos del Banco Mundial, organismo que ofrece un listado de países según la incidencia en la recaudación total de los impuestos a las exportaciones, se determinó que Argentina y Kazakstán aparecen como los dos países en los que más se grava impositivamente a exportaciones en relación con la recaudación total del país.
Desacuerdo con las retenciones
Tras objetar nuevamente la aplicación del esquema oficial de retenciones, desde Coninagro recordaron que el cobro de impuestos como las retenciones, es un mecanismo no empleado en el comercio internacional ya que desalienta la actividad en los países exportadores. Según Iannizzotto, la adopción de un esquema de retenciones a la exportación “son un fenómeno que no se usa en la mayoría de los países del mundo, y no acompaña la capacidad productiva ni exportadora” y aseguró que “para cuidar la mesa de los argentinos también es importante que cuidemos a los que producen”.
Para la entidad cooperativista, “los impuestos a las exportaciones, como carga de cierta relevancia sobre la producción y para los ingresos fiscales, son tributos aplicados por muy pocos países y a la vez por países de escaso desarrollo económico o, en su caso, de escasa virtud en materia de organización productiva”. En el presente económico y productivo, Iannizzotto afirmó que “por estos días observamos aumentos en combustibles y servicios, más una elevada presión tributaria, y en este escenario, lo que hace es debilitar la confianza en el hombre de campo que trabajo sobre la especificidad de ciclos productivos, puesto que pierde previsibilidad”.Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro
Por último, el dirigente sostuvo: “Nosotros no somos Gobierno, aunque es bueno que resolvamos los problemas juntos. La formación de precios tiene factores múltiples que lo causan, pero yo me pregunto, ¿Y el gasto público del Estado quién lo controla?. Para la problemática de los precios del mercado local, emerge como alternativa eficiente el sistema cooperativo, donde convergen los sectores productivos, industriales y comerciales. Creemos que el sector de la Economía Social, al valorar de igual medida a esas 3 cadenas integradas por productores, puede colaborar en la transparencia de la cadena de valor”.
Impuesto distorsivo
Los dirigentes de Coninagro, tras la publicación del informe, expresaron que el mundo exige a las empresas productoras exportadoras competitividad y atributos. Pero las retenciones afectan la capacidad productiva y exportadoras, y provocan efectos distorsivos como mayores costos en la cadena productiva, industrial y comercializadora, y desincentivos para invertir y competir con los demás países exportadores.
Por otro lado, desde la entidad que representa al movimiento cooperativo, comentaron que las retenciones provocan enormes inconvenientes a las pymes, que por una menor escala no pueden acceder a niveles de eficiencia para competir con altas tasas impositivas en el proceso. También los cambios constantes en los niveles de las retenciones, imposibilitan la planificación de los diferentes ciclos productivos y la puesta en marcha de nuevos negocios.
En el contexto internacional, la vigencia de las retenciones derivó en complicaciones desde lo jurídico para algunas industrias, como la de biocombustibles, por las penalidades en los mercados más importantes, y la Argentina se transformó “en un poco confiable y riesgoso para mercados clientes en el mundo”, comentaron desde Coninagro.