El campo argentino es una importante fuente de trabajo para una parte de la sociedad, y el crecimiento.
Las cadenas agroalimentarias aportan ampliamente al desarrollo del país en dos funciones: social, a través de la generación de empleo; y económica, por medio de la generación de valor agregado, recaudación y divisas.
2 de cada 10 trabajos del sector privado se generan en alguna cadena agroindustrial. Datos exclusivos que revela el informe sobre Empleo que lanza FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina). Todo el tiempo estamos en contacto con productos que vienen de las cadenas agroindustriales: en las pastas del domingo, en el combustible de tu auto, en la comida para tu mascota: todos esos productos movilizan miles de puestos de trabajo.
Este estudio arroja que el 24% del empleo privado nacional viene de la agroindustria. «Cuando pensamos en el empleo agro sólo nos imaginamos productores, agrónomos, veterinarios y trabajadores del campo, produciendo trigo, tomate, limón o criando un ternero, pero va más allá de eso, genera empleos en múltiples rubros urbanos como administrativos, comerciantes, personal de ingeniería, tecnología, investigación, mantenimiento, limpieza, y una rueda interminable de puestos que se multiplican a lo largo de todas las cadenas».
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Según los últimos datos disponibles, son 3,7 millones de puestos de trabajo que generan las cadenas agroindustriales, que en esta investigación se ven reflejados en un amplio repertorio de trabajos que dan sustento a millones de familias argentinas.
Este estudio sirve para tomar una radiografía del empleo generado en torno al agro pero que excede a lo que sucede en el campo. «Pensemos en un plato de tallarines: para cada ingrediente que usamos, se moviliza una enorme «rueda de empleo». Para la masa, productores del trigo, molineros, productores de huevo, transportistas, comerciantes. Para el queso, tamberos, transportistas de leche, los de industria láctea, distribuidores y empleados del súper donde lo compramos. Lo mismo pasa con los demás ingredientes. En el tomate y cebolla, huerteros y verduleros. En la carne de la salsa toda la cadena de carne vacuna y también las de granos para el alimento de esos animales. Pero, además, en cada uno de los procesos, intervienen agrónomos, contadores, administrativos; el personal involucrado en maquinarias, insumos, tecnología, bancos, mantenimiento, limpieza y más. Miles de trabajadores están en tus pastas», ejemplifica Ariño. «Básicamente, nosotros o algún conocido seguro que está directa o indirectamente relacionado al empleo en las cadenas agro», concluye la economista.
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Podios del empleo
El informe también registra un «Top Five». Las cinco cadenas que más crean trabajo son: la de carne vacuna 12%, la de frutas, verduras, hortalizas y legumbres con 12%, trigo con un 10%, soja también aporta 10% y maíz 6%. Estas cinco cadenas juntas, generan la mitad de todo el empleo agroindustrial.
Del informe de FADA también se desprende que el mayor generador de empleo es la producción (el eslabón primario) con el 38% del total. Le siguen la comercialización con 25%, la industria con 22%, transporte 7%, servicios conexos 5% y maquinarias e insumos 3%.
¿Cómo me beneficia que la agroindustria crezca?
«Esta es una pregunta muy sencilla: más agroindustria implica más producción y más empleo, eso decanta en un aumento en la actividad económica. Que crezca el agro implica una mejora para todos los argentinos, porque cuanto «más grande sea la torta» más grande será la porción para cada uno. Y esto es importante no solo en las cadenas agroindustriales sino en todos los sectores de la economía.», afirma Nicolle Pisani Claro, economista de FADA.
Las cadenas agroindustriales se caracterizan, entre otras cosas, por ser federales, por realizarse a lo largo y ancho del país. «El 31% de los empleos en las cadenas agroindustriales pertenecen a las distintas economías regionales. Por ponerte algunos ejemplos, el 4% de los puestos lo genera la cadena azucarera, la vitivinícola 4%, tabaco 2%, pesca 2%, estas son algunas cadenas regionales, que son muy importantes para el desarrollo económico de diferentes partes del país», explica Pisani Claro.
«A su vez, todos los productos obtenidos son consumidos por los argentinos, pero también son requeridos por el mundo entero, por lo que también hacen que ingresen divisas con las exportaciones. Decimos que es una rueda de empleo porque eso es lo que va generando: más empleo, más producción, mejor calidad de vida, menos pobreza, una cosa va llevando a la otra», concluye la economista.
Así como es importante el empleo de las cadenas, ya que representa el 24% empleos privados que se generan en el país, también es importante destacar el potencial que tienen como generadoras de trabajo para aportar al empleo nacional, de la mano de las producciones regionales, pecuarias, agrícolas y de la mano de políticas que incentiven la producción para emplear cada vez más trabajadores. «Que crezca el agro es crucial, pero también que crezcan las demás actividades, para entre todos, poder traccionar en conjunto y atacar el problema de raíz que tiene la Argentina que es la pobreza», completa Pisani Claro.
Para esto es necesario crear un marco de estabilidad macroeconómica, financiamiento, reglas de juego claras y una decidida política exportadora, que le brinde a los argentinos el marco para desarrollar al máximo sus capacidades», afirma Pisani Claro.