El cuidado de la lechuga del frío con «el túnel de cultivo»

Cuando las temperaturas empiezan a bajar de manera drástica y pronto apenas podremos plantar en nuestra huerta. ¿Cómo cuidar el cultivo de la lechuga de los fríos invernales?.

Con la llegada del frío, lo ideal es planificar el mejor método para cuidar los vegetales, verduras y demás plantas que podamos tener en nuestra huerta tocológica, pero también, apuntar a proteger a las plantas de hojas verdes comestibles más sensibles al frío, en este caso, la lechuga.

Las lechugas, cual sea la variedad (criolla, repollada, lechuguín) pueden adaptarse a cualquier clima y espacio pero de preferencia colócalas en un lugar en el que le de la luz del sol directamente por lo menos cuatro horas, pues sus condiciones de temperatura ideal son de 17ºC. Con estas condiciones y un suelo nutrido tardarán en germinar dos semanas.

Existen cultivos muy resistentes al frío. Mucho. Algunos aguantan hasta -4 ºC de temperatura en momentos puntuales. Simplemente hay que tener en cuenta una cosa: son resistentes cuando ya están crecidos y bien asentados al terreno. Por eso es clave preparar ya tu huerto de invierno si tu zona es especialmente fría y tiene heladas en invierno. Si esperamos a sembrar o trasplantar cuando el suelo esté frío, el cultivo, por muy de invierno que sea, no va a estar listo para enfrentarse a ese reto.

Siembra bajo túneles de cultivos

El túnel es el sistema de protección de los cultivos más económico. Es fácil de montar y desmontar, y presta numerosas ventajas en cuanto la adaptación del espacio.

El túnel es un accesorio extremadamente simple: algunos arcos metálicos y una película plástica transparente -lo que explica su amplia difusión en las huertas de hoy-. Es útil al principio de temporada para acoger las siembras o los trasplantes precoces, permitiendo ganar casi dos semanas en la cosecha. Sobre todo, evita ver a las jóvenes plantas destruidas o dañadas por las heladas tardías. Da también la posibilidad de cultivar plantas frioleras y protege las cosechas en el final de temporada.

El túnel de activación

Este túnel consta de anillos metálicos que se insertan en el suelo. El comportamiento de esta cobertura y su resistencia al viento están garantizados por la tierra, así pues, los bordes deben ser cubiertos cuidadosamente. Las medidas son variables, des de los 3m de longitud por 1,2 de anchura (una altura aproximada de 50cm) o de 3m de longitud y 45 o 60cm de anchura, para la protección de una fila.

Utilización: este tipo de túnel ligero y polivalente se utiliza sobre todo al principio de temporada para proteger las lechugas de las heladas tardías.

El túnel de cultivo

Con la misma concepción que el túnel anterior, este es más robusto, cubierto con una película transparente más sólida y arcos en acero galvanizado para resistir mejor al viento. Las dimensiones son las mismas que el de activación.

Utilización: protege tanto al principio como al final de temporada de las heladas, además defiende a los vegetales durante su cultivo hasta su cosecha.

El invernadero-túnel

Es más práctico y de utilización más cómoda, donde el jardinero puede estar de pie. El gran volumen de aire garantiza una mejor protección de las plantas. El aire, que se calienta durante el día, tarda mucho más tiempo en enfriarse por la noche. Además, en caso de mucho frío, es posible extender una cortina de invernadero para garantizar una protección suplementaria.

Calefacción complementaria por el suelo

Para conseguir un cultivo precoz a principio de primavera, puede recurrir a un sistema de calefacción de la tierra bajo las plantas. Basta con deslizar una placa térmica a una decena de centímetros de profundidad bajo la tierra para mantener una temperatura suave. No es precisa la instalación de un profesional, pero habrá que tener en cuenta la instalación de una conexión eléctrica conforme a las normas.

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