El limón es uno de los cítricos de consumo más habitual en el hogar. Su sabor, su valor nutricional y su gran versatilidad son algunas de las razones más importantes para la gran demanda de esta fruta en el mercado.
Asimismo, merece la pena destacar especialmente la tendencia en los últimos años de consumo de limón ecológico, para cuyo cultivo es indispensable seguir unas pautas muy estrictas de uso de tratamientos fitosanitarios. Igualmente, en la poscosecha se establecen diversas normas para las líneas de confección y el almacenamiento, con las que evitar la aparición de enfermedades del limón.
Factores que influyen en la poscosecha de limón
Para que estos frutos lleguen con la mejor calidad a la mesa del cliente, es indispensable tener en cuenta ciertos aspectos propios de la poscosecha que pueden favorecer la aparición de enfermedades del limón:
- La recolección, que debe hacerse a mano, con guantes especiales y tijeras que permitan cortar limpiamente su pedúnculo. No se recomienda que los limones estén húmedos por la lluvia o el rocío en el momento de su recolección.
- La temperatura de almacenaje de los limones debe oscilar entre 10-12ºC para evitar daños por el frío.
- La humedad en el lugar de conservación debe estar por encima del 85% para que el fruto no pierda agua y para que coja su color ideal.
- Se recomienda también la aplicación de un tratamiento fungicida poscosecha en las primeras 24 horas después de la recolección para evitar la podredumbre y otras enfermedades del limón.
Cuáles son las principales enfermedades del limón en postcosecha
Los limones son susceptibles de padecer diversas patologías provocadas por hongos y otros agentes. Entre ellas, destacamos:
- El moho verde que aparece cuando el hongo Penicillium digitatum entra por la corteza, forma una zona acuosa en la piel e inicia el proceso de aparición del moho, que adquiere un tono verde a medida que pasa el tiempo.
- Una enfermedad parecida es la del moho azul, en este caso originada por el hongo Penicillium italicum. Su acción es muy similar al anterior pero la podredumbre que produce es de color azul. Además, tiene la particularidad de que puede extenderse a frutos situados al lado del afectado.
- La Alternaria citri es una infección producida por un hongo del mismo nombre, cuyas esporas llegan al pedúnculo y permanecen ahí latentes hasta que se dan las condiciones adecuadas para su desarrollo, como la exposición a bajas temperaturas durante un tiempo prolongado.
- Igualmente, el podrido blando por Geotrichum candidum aparece cuando este hongo se instala en las heridas de la corteza, sobre todo en aquellos frutos que llevan demasiado tiempo almacenados. Es una de las enfermedades del limón en la poscosecha que se caracteriza por su olor agrio.
- Asimismo, hay que tener en cuenta la posibilidad de un ataque por Diplodia sp, un hongo que se instala en cualquier tipo de herida del limón. Se caracteriza por una decoloración en el pedúnculo, seguida por un reblandecimiento y la aparición de manchas marrones.
- La infección por Colletotrichum gloeosporioides puede aparecer en cualquier punto del fruto, con un podrido de color marrón oscuro e intenso olor a moho. Hay diversos factores que pueden influir en su desarrollo, como problemas de nutrición en la planta o el etileno producido durante el desverdizado.
- Finalmente, hay que destacar entre estas enfermedades del limón la originada por el hongo Phytophthora citrophthora, cuyas esporas se transportan por el agua. Por lo tanto, es habitual su aparición cuando el fruto ha estado mucho tiempo en el árbol bajo la lluvia.
De todos modos, no podemos olvidar que hay otras patologías producidas por hongos que también pueden afectar a estos frutos en la poscosecha, como las producidas por Botrytis cinerea, Phomopsis o Rhizopus nigricans.
La única manera de evitar que la calidad de los frutos se vea afectada por las diversas enfermedades del limón es establecer medidas preventivas tan básicas como las buenas prácticas en la precosecha, la recolección y la poscosecha.
Qué otros daños puede padecer el limón en post-recolección
No solamente debemos tener en cuenta las enfermedades del limón a la hora de evitar que esta fruta sufra daños importantes en la poscosecha. También es necesario prestar atención a los siguientes aspectos:
- El frío excesivo puede causar hoyos en la corteza o manchas negras y de color rojizo. Es habitual que por esta causa acabe desarrollándose podredumbre.
- Otra causa importante de daños en los limones es la oleocelosis, que tiene su origen en la rotura de las células de la piel que contienen aceite durante el período de la recolección. Esto causa que el fruto no pueda adquirir la coloración adecuada y que aparezcan manchas
- Para acabar, no hay que olvidar tampoco que la piel de los limones puede envejecer cuando el fruto se recoge demasiado tarde o cuando se mantiene almacenado durante un período prolongado de tiempo. Este envejecimiento se caracteriza por rugosidades, manchas y zonas de ablandamiento.