La salud y el bienestar animal representan pilares fundamentales en la producción ganadera moderna. En este sentido, una nutrición meticulosamente planificada para cada especie emerge como un factor crítico, que debe contemplar las necesidades específicas inherentes a cada etapa de su desarrollo vital.
Una alimentación óptima del ganado trasciende la mera subsistencia; impacta directamente en la salud y el bienestar integral de los animales, al tiempo que constituye una garantía para la calidad superior del producto final que se ofrece al consumidor. Para alcanzar este estándar de excelencia nutricional, resulta esencial comprender la diversidad de insumos alimentarios disponibles en el mercado, adaptados a los requerimientos particulares de cada especie.
En la presente nota, exploraremos algunos de los insumos nutricionales más ampliamente utilizados en la alimentación del ganado, destacando sus propiedades y beneficios específicos.
Alimento Balanceado: Nutrición Específica y a Medida
El alimento balanceado se erige como una solución nutricional integral, científicamente formulada para satisfacer con precisión los requerimientos nutricionales de las distintas especies animales. Por ejemplo, en la producción porcina, se dispone de alimentos balanceados diseñados específicamente para cerdos en sus diversas fases de crecimiento y producción.
Estos alimentos son el resultado de la cuidadosa combinación de diversos ingredientes, aditivos y premezclas, seleccionados en función de la especie, su función productiva (crecimiento, reproducción, lactancia, etc.), etapa de vida y nivel de desarrollo. Esta especificidad se evidencia al comparar la formulación de un alimento balanceado para pollos de engorde, con ingredientes y proporciones distintas a las de un alimento destinado a pollitos recién nacidos.
Alfalfa: Un Forraje de Alto Valor Nutritivo
La alfalfa, una planta forrajera de gran versatilidad, se emplea como un valioso complemento en las dietas de diversas especies ganaderas, incluyendo bovinos, equinos, ovinos y caprinos. Sus notables beneficios radican en su elevada concentración de proteínas de alta calidad y su fibra de fácil digestión, lo que favorece la salud digestiva de los animales.
Adicionalmente, la alfalfa constituye una fuente significativa de minerales esenciales como calcio, potasio, fósforo y magnesio. Su consumo contribuye a prevenir la acidosis metabólica en los animales, gracias a la estimulación de la producción de saliva, promoviendo así una rumiación más eficiente y saludable.
Cáscara de Maní: Un Subproducto con Potencial Funcional
La cáscara de maní, un subproducto derivado del proceso de planchado del maní (eliminación de la piel), emerge como una fuente rica en compuestos fenólicos bioactivos, cuyo uso se ha extendido en las dietas bovinas.
Más allá de su valor nutricional, la cáscara de maní exhibe propiedades antioxidantes y efectos terapéuticos antibacterianos, antiinflamatorios y antifúngicos, lo que sugiere beneficios adicionales para la salud animal. Asimismo, la inclusión de este subproducto en la dieta se ha asociado con una mejora en la calidad composicional de la leche, incrementando sus niveles de grasa y proteína.
Expeller de Soja: Proteína de Alto Valor Biológico
El expeller de soja, otro subproducto relevante en la alimentación animal, se obtiene durante el proceso de extracción del aceite de soja. Este insumo se distingue por su elevado valor nutricional y su versatilidad, siendo utilizado tanto en la alimentación de bovinos y porcinos como en la avicultura.
Su popularidad se fundamenta en su capacidad para suministrar una mayor cantidad de proteína al duodeno.