Las temperaturas más altas podrían crear condiciones más favorables para estas violentas tormentas, con tornados incluidos, pero por ahora, los científicos siguen siendo cautelosos a la hora de establecer una conexión directa.
Informes apuntan que el continuo calentamiento global conducirá a un aumento de días de tormenta en grandes zonas del este de Estados Unidos en la primavera, invierno y otoño.
Los cambios implican que para la primavera, las tormentas severas podrían aumentar hasta en un 40 por ciento en el este de los EE.UU. a finales de siglo. Hay que tener en cuenta que las tormentas severas, que a menudo se asocian con fuertes lluvias, granizo e incluso tornados, son una de las principales causas de pérdidas económicas importantes en los Estados Unidos.
Esta es la pregunta que circula por los medios de comunicación, redes sociales y está en boca de muchas personas después de las muertes y los dantescos daños observados en el medio oeste americano tras la oleada de tornados mortíferos del 10-11 de diciembre de 2021. Repasamos algunas ideas que han aparecido entre los expertos en meteorología tornádica y cambio climático.
Las cosas no son tan simples como parece entre los tornados y el cambio climático
Las temperaturas más altas podrían crear condiciones más favorables para estas violentas tormentas, pero por ahora, los científicos siguen siendo cautelosos a la hora de establecer una conexión directa ya que para la formación y generación de entornos proclives a desarrollar tornados, supercélulas o tormentas organizadas se deben analizar otras variables meteorológicas más difíciles de cuantificar y estudiar su evolución en un mundo que se calienta.No es científico atribuir este evento, o cualquier otro de forma individual, al cambio climático.
Si bien la investigación ha vinculado firmemente los recientes eventos meteorológicos extremos con el calentamiento global, desde las olas de calor de este verano en América del Norte hasta las inundaciones en Europa occidental, persisten importantes lagunas en la comprensión científica de los tornados y cómo se relacionan con el clima en un mundo más cálido.
Algunas señales
«Al menos en las últimas décadas, hemos visto una tendencia hacia condiciones más favorables«, especialmente en invierno en el medio oeste y sureste de los EEUU, dijo John Allen, climatólogo de la Universidad Central de Michigan. Pero «es engañoso atribuir este evento al cambio climático«, agregó. En la misma línea, conocer con más certeza cuál es el vínculo entre el cambio climático y los tornados requiere una mayor investigación.
Los estudios de atribución permiten cuantificar objetiva y científicamente un evento extraordinario de tipo meteorológico a los efectos del calentamiento global por el aumento los gases efectos invernaderos.
Estas técnicas y estudios de atribución son relativamente confiables a fenómenos amplios relacionados con la temperatura (olas de calor y frío), sequía e incendios, algo menos confiables para los eventos relacionados con la precipitación y poco confiables a fenómenos de pequeña escala como las tormentas, tornados, supercélulas, etc.
Por lo tanto, aquí es donde entra en juego el campo de la «ciencia de la atribución«, que ha hecho enormes avances en los últimos años.
La idea es introducir datos climáticos en modelos informáticos para analizar la probabilidad de que se hubieran producido fenómenos meteorológicos extremos específicos en un mundo sin un cambio climático provocado por el ser humano, en comparación con el mundo en el que vivimos hoy.La ciencia de atribución para tornados: un problema muy complejo por la pequeña escala de estos fenómenos y su nivel de conocimiento actual
Pero estos estudios toman tiempo para llevarse a cabo y son particularmente complicados para los tornados, que son más difíciles de modelar que otros fenómenos extremos debido a una relativa falta de datos. Incluso es demasiado pronto para decir con certeza que el cambio climático aumentará la frecuencia de los tornados invernales.
«Creo que probablemente se podría argumentar que esa parece ser la forma en que apunta la evidencia. Pero no creo que estemos en el punto ahora en el que definitivamente podamos decir ‘sí, esto es el cambio climático‘», dijo Allen.
El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) subrayó que había «poca confianza» en un vínculo entre el calentamiento global y fenómenos a pequeña escala como los tornados, tanto en las tendencias observadas como en las proyecciones.
Patrones meteorológicos cambiantes en los meses fríos en los EE.UU. continentales
El número promedio de tornados por año en los Estados Unidos no ha aumentado en los últimos años, rondando los 1300, y la mayoría ocurre en primavera.
«La mayoría de los meses han mostrado una disminución en la cantidad de tornados y la cantidad de días que los albergaron durante los últimos, digamos 30 años o incluso 40 años«, dijo Jeff Trapp, científico atmosférico de la Universidad de Illinois.
La excepción, dice, son los meses de diciembre y enero, que han visto aumentos en la actividad de tornados durante el mismo período, un resultado que es al menos «consistente» con una «posible explicación climática».
Los tornados se forman a partir de tormentas muy organizadas, cuando el aire cálido y húmedo en capas bajas se encuentra con el aire más frío en niveles medios generando fuertes corrientes ascendentes. Además debe existir una variación oportuna de viento con la altura en intensidad o/y dirección: cizalladura o cortante del viento. Estos hechos crean corrientes de aire giratorias que comienzan horizontalmente y pueden volverse verticales, generando columnas rotatorias dentro de la nube tormentosa madre. Cuando esta columna rotatoria interna de la nube pierde altura y toca tierra, entonces se genera el tornado.