Es posible que el aumento de las temperaturas genere un ambiente más propicio para la formación de tormentas violentas, con tornados; sin embargo, los científicos prefieren ser prudentes y no confirmar una conexión definitiva por el momento
Aunque la relación entre el cambio climático y la frecuencia de tornados es un tema de investigación en curso, hay varios factores que sugieren una posible conexión.
Si es una realidad que el cambio climático está provocando un aumento de las temperaturas globales y esto deriva a violentos cambios de tiempo, con tormentas más severas cada vez Este calor adicional puede generar condiciones más favorables para la formación tornados.
El cambio climático también está alterando los patrones de circulación atmosférica, lo que puede aumentar la inestabilidad en la atmósfera. Esta inestabilidad es un factor clave en la formación de tormentas severas y tornados, en el caso de Argentina, la variabilidad climática del territorio permite la combinación de factores claves para que se produzcan.
En Argentina, en particular, existen zonas propensas a la formación de tornados, conocidas como el «pasillo de los tornados», que abarca provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, involucrando a varias provincias de la zona central En estas áreas, el choque de masas de aire de diferentes temperaturas y humedades crea condiciones favorables para estos fenómenos.
Es importante destacar que la investigación sobre la relación entre el cambio climático y los tornados aún está en curso. Los científicos continúan trabajando para comprender mejor cómo el cambio climático está afectando la frecuencia e intensidad de estos fenómenos.

La relación entre el cambio climático y la frecuencia e intensidad de los tornados es un tema complejo y aún en investigación. Si bien no existe un consenso científico absoluto, diversos estudios sugieren que el cambio climático podría estar influyendo en estos fenómenos de varias maneras:
Tendencias observadas:
- Variabilidad regional:
- Se ha observado un aumento en la variabilidad de la frecuencia de los tornados en algunas regiones, como el centro y sur de Estados Unidos, conocido como «callejón de los tornados».
- Algunos estudios sugieren que la actividad de los tornados se está desplazando hacia el este, afectando a estados como Arkansas, Mississippi y Tennessee.
- Intensidad:
- Existe evidencia de que los tornados podrían volverse más intensos en un clima más cálido, aunque los tornados muy violentos seguirían siendo eventos raros.
- Los grupos de tornados, es decir, varias tormentas que causan daños moderados, han aumentado en numero.
- Dificultad en la atribución:
- Los tornados son fenómenos meteorológicos complejos influenciados por múltiples factores, lo que dificulta la atribución directa del cambio climático a su ocurrencia.
- El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha señalado que existe «poca confianza» en un vínculo directo entre el calentamiento global y los tornados.
Factores que influyen:
- Aumento de la temperatura:
- El aumento de la temperatura global puede incrementar la disponibilidad de energía atmosférica, lo que podría favorecer la formación de tormentas severas y, por ende, de tornados.
- Cambios en la humedad:
- El cambio climático también puede alterar los patrones de humedad, lo que a su vez puede influir en la formación y la intensidad de los tornados.
- Cizalladura del viento:
- Este fenomeno es un cambio repentino en la velocidad o dirección del viento en una distancia corta. Este fenomeno puede ser un factor determinante para la formación de tornados.

Conclusiones:
- Si bien la relación entre el cambio climático y los tornados aún no está completamente clara, existe evidencia de que el calentamiento global podría estar influyendo en su frecuencia e intensidad.
- Se necesitan más investigaciones para comprender mejor esta relación y poder realizar predicciones más precisas.
- Es importante estar preparados para un posible aumento en la frecuencia e intensidad de los tornados, especialmente en las regiones más vulnerables.