¿Cómo cuidar el aloe vera en maceta y tenerlo a pleno durante todo el año?

Cultivar Aloe vera en casa puede ser una excelente idea. Además el Aloe vera puede vivir perfectamente en macetas, ya sea en temporada cálida como en la fría.

La planta de aloe vera se la considera dentro del género suculenta, y tenerla en casa exige pocos cuidados y es fácil de cultivar, incluso se adapta a muchos tipo de contenedores, ya sean baldes, macetas, canteros o en el mismo suelo.

Vale mencionar que la planta de aloe vera prefieren más bien un ambiente cálido, a una temperatura superior a los 20 grados y poca humedad. No tolera el frío, pues por debajo de los 0ºC corre el riesgo de marchitarse y morir, teniendo en cuenta que las hojas contienen un 95% agua, el liquido se congela y puede provocar el ennegrecimiento de la zona externa.

En temporada de frío, sobre todo en invierno, si a la planta de aloe vera se ubica en el jardín, se puede poner a pleno sol (aunque si recibe demasiado sol, las hojas pueden ponerse un poco marrones) o en una media sombra. Lo cierto es que una planta que puedes cultivar durante los 12 meses del año.

Si la planta esta reproducida en macetas, lo cual facilitará su cuidado en regiones con inviernos de temperaturas muy bajas, se recomiendan los recipientes de terracota, barro u otro material poroso, que dejan pasar la humedad.

El aloe vera es una planta que es fácil de cultivar, cuidar, reproducir, es por eso que merece la pena que la tengas en casa. Necesita poca agua y, además, basta con tenerla en el interior, donde le llegue la luz solar.

Aloe vera: cuidados para su correcto desarrollo

La sábila, que proviene del norte del continente africano, se ha convertido en una planta muy popular. Puede que el secreto de su éxito resida en sus propiedades medicinales, su uso cosmético o, incluso, en sus aplicaciones culinarias.

  • Dónde plantar: El aloe vera se puede cultivar tanto en macetas como en terreno. Pero si eliges la primera opción, es necesario que escojas un recipiente adecuado. La maceta debe tener una profundidad mínima de 50 cm, pues las raíces de la sábila demandan, para su desarrollo, un espacio conveniente.
  • Tierra: Cerciórate de que esta disponga de abundante materia orgánica, además de que esté convenientemente aireada y acolchada. Para garantizar que las raíces se desarrollen de forma correcta así como que absorban el agua y los nutrientes de forma adecuada, es conveniente que la tierra no esté apelmazada. Anualmente, añade humus a la tierra.
  • Drenaje: Precisa de un sistema de drenaje óptimo, ya que un insistente exceso de agua la afecta.
  • Riegos: Es importante que tengas en cuenta este punto. La planta requiere que la tierra se encuentre levemente humedecida, pero nunca encharcada. De ahí que sea aconsejable el uso de un riego por goteo. Esta opción te permitirá que tu aloe vera esté oportunamente hidratada pero sin sufrir una superabundancia de agua que podría pudrir sus raíces.
  • Luz: Ten en cuenta que aunque tolera la luz directa a lo largo de algunas horas, abusar de una exposición a la luz solar puede acarrear quemaduras en las hojas, fundamentalmente si se produce en una temporada calurosa y con muchas horas soleadas.
  • Temperatura: Su temperatura conveniente se sitúa entre los 17 y 27 ºC. Recuerda que no resiste bien las temperaturas constantes menores a 10 ºC, y que las heladas podrían ocasionar deterioro en sus raíces y la zona aérea.
  • Reproducción: Conseguir más plantas de aloe vera a partir de la originaria es sencillo. Fíjate en los hijuelos que van brotando de la tierra. Espera a que crezcan y, cuando alcancen los 20 cm de altura, córtalos cuidadosamente. Hecho esto, solo tienes que plantarlos en una maceta o en el terreno. Si, por el contrario, no deseas propagar tu aloe vera, debes cortarlos cuando vayan surgiendo para evitar que la planta despilfarre recursos en su crecimiento. Los numerosos usos del aloe vera la han convertido en una planta excepcional. ¿Te animas a cultivarla en casa? ¡Llenará de vida cualquier rincón de tu hogar!

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