Las empresas del agro argentino también se disputan «el otro mundial». Entre algunos de los alimentos estrella que tienen un fuerte mercado en el país del Medio Oriente están principalmente los productos cárnicos, cítricos, granarios, frutales y vinos.
Como muestra el resultado del comercio exterior año tras año, el objetivo es mejorar la competitividad comercial de la Argentina es una de las grandes tareas por delante. La evolución del comercio exterior es fundamental por dos razones. Primero porque las exportaciones crean empleos y la importaciones reemplazan trabajo local por el realizado en el exterior. Además, porque en los últimos años aumentaron sustancialmente los pagos de intereses de la deuda y la remisión de utilidades de compañías extranjeras.
El Plan hacía un 2030. Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora Inclusiva, Sustentable y Federal» con los objetivos de alcanzar los 100.000 millones de dólares de exportaciones y crear 210.000 puestos de trabajo directos, más otros 490.000 indirectos.
El mundial que se juega el campo
Entre noviembre y diciembre, la Argentina va a disputar el Mundial de Fútbol de Qatar 2022 en el “Grupo C”, junto a otras tres selecciones. Durante ese tiempo también lo harán un grupo de empresas nacionales que exportan productos del agro a ese país.
Desde el sector productivo ya comenzaron a reportar los primeros indicios para disputar “el otro mundial” a través de los productos agrícolas, provenientes del campo argentino y que se convertirán en las otras estrellas durante el multitudinario evento deportivo que convoca a millones de personas de todo el mundo.
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La Argentina posiciona actualmente en ese destino cerca de 20 ítems distintos provenientes del agro, que también contribuyen en la economía nacional. Entre algunos de los alimentos estrella que tienen un fuerte mercado en el país del Medio Oriente están principalmente los productos cárnicos, cítricos, granarios, frutales y vinos.
Retrotrayéndose a los meses previos de la pandemia por coronavirus y el cambio de gobierno, a mediados de 2019, la Argentina acordó la exportación de semen y equinos en pie a ese destino a través de varias negociaciones que se realizaron en aquel entonces que todavía están vigentes y siguen ganando mercado en el continente asiático.
Hoy, los exportadores que ya tienen una cartera ganada en Qatar, con alimentos y productos que tienen cierto grado de reputación, realizan los envíos a través de vuelos especiales desde Ezeiza, que demoran menos de un día en llegar, pero también lo hacen vía marítima, en un lapso de dos meses. Según indicaron distintas fuentes consultadas para este artículo, Qatar es un mercado emergente que tiene muchas oportunidades de crecimiento. Sin embargo, hacen hincapié en la falta previsibilidad y adecuaciones en el tipo de cambio de parte de la Argentina que imposibilita competir con otros países exportadores.
En 2021 se enviaron a Qatar 31.984,5 kilos de carne bovina deshuesada, fresca o refrigerada, por los que registró un total de US$348.789,01 valor FOB. No obstante, lo que más se reporta es la carne aviar, carne de cordero y subproductos por 3,3 millones de kilos, cuyo valor FOB en dólares fue de 4,9 millones.
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Una de las empresas que envía carne de cordero a ese destino es el frigorífico Hermoso, una pyme agroindustrial argentina que comenzó a exportar cordero a varios países árabes desde hace 18 años, donde ofrece carne y cueros ovinos con certificación Halal. La empresa, propiedad de la familia Hermoso, llegó a Doha de la mano de un trading (empresa comercial), que se dedica a comprar y vender todo tipo de mercadería.
“Comenzamos a construir un mercado en ese lugar de a poco. El frigorífico envía a Qatar entre 5 y 10 contenedores por año. Estos se venden de a uno a lo largo del período. Pero también son mercados de poca demanda, porque es chico [geográficamente] y el cordero también es un producto marginal. Es decir, no es de consumirse en mucho volumen como lo pueden ser otras carnes como el pollo o el pescado, somos un producto regional”, explica Gabriel Hermoso, uno de los dueños del frigorífico homónimo.
En Qatar, cuya población actual es de 2,8 millones de habitantes, se consume la carne ovina a gran escala, en vez de la carne vacuna, como sí sucede mayormente en los países occidentales. “Su principal fuente de proteínas es la carne de cordero, por costumbre, más que nosotros”, extiende el empresario. La Argentina es el país que menos exporta carne de cordero a nivel mundial, de hecho, plantea Gabriel que las condiciones de infraestructura y logística no están dadas en el país para hacer envíos directos desde la Patagonia, por ejemplo. El cordero se vende como carcasa y viaja en contenedores vía marítima. Para ponerse en Qatar pueden pasar hasta dos meses en llegar al puerto de Doha, por citar, desde que sale de su planta en el sur argentino.
Quién certifica a las empresas argentinas
Los productos alimenticios a Qatar son, en su mayoría, requeridos bajo certificación Halal, dado que es un país musulmán y sus condiciones se basan en lo prescripto en el Sagrado Corán, que cumplen con la Shariah Islámica (Ley Islámica) que de esta fuente se crean los estándares halal combinados, armoniosamente, con la visión científica y sanitaria mundial.
Gustavo Khalil, director de The Halal Catering Argentina, explica que “el termino Halal que significa “Lícito” abarca todos los aspectos de la vida de un musulmán. “En el caso de los alimentos para que un producto alimentario argentino ingrese al mercado qatarí debe cumplir con las normas Halal”, indica.
Su compañía es un cuerpo certificador, tal y como lo señala su nombre, y se encargan de que las plantas procesadoras de alimentos en el país cuenten con el cumplimiento de los estándares requeridos en esa región e implementen los procesos Halal bajo la supervisión y certificación de THCA, que se encuentra acreditada ante el Estado de Qatar. De esta manera, desde la compañía atestiguan que los productos argentinos cumplen con la normativa religiosa. Actualmente “certifican Halal” desde Argentina hacia Qatar alimentos como la carne aviar, cordero, cabra y carne vacuna.
El empresario señala también que el mercado qatarí se ha convertido en un destino interesante, donde buscan productos de gran calidad. Otro punto a tener en cuenta es que la diversidad de la población demuestra el gran abanico de productos e ingredientes alimenticios que demandarán en relación al crisol de culturas que habitan allí.
Los otros productos que ganan mercado
El año pasado la Argentina también posicionó 215.200 kilos de porotos comunes blancos que reportaron ingresos por US$199.210,80. Esto es solo el símbolo de la infinita gama de alimentos que tienen un mercado en ese país. Por ejemplo, también hubo un total de 66.140 kilos de higos por US$121.144. Además, se enviaron 808.500 kilos de naranjas que reportaron un total de US$313.382; y 426.864 kilos de limones por US$ 205.368. A estos alimentos también se le sumaron 13.320 kilos de cerezas por US$58.884 y 20.002,50 kilos de arándanos por US$47.111,25. En el caso del maíz en grano se enviaron 4,2 millones de kilos por los que se registraron US$1,1 millones, que fueron algunos de los alimentos que consiguieron ubicarse en el país de Medio Oriente.
La Cooperativa San Francisco, es una de las pocas compañías que ubican naranjas y mandarinas en Qatar. De hecho, para enviar esta última variedad, en 2014 se tuvo que crear un nuevo protocolo sanitario desde el Senasa para poder cumplir con la demanda y exigencias de los qataries. “Querían las mandarinas con hojas. Una de las particularidades que tiene esa presentación es que la gente lo asocia con algo fresco. Con algo que está recién cosechado, pero la interrogante era ‘cómo íbamos a hacer nosotros para mandar esas frutas con un tránsito de 15 días más o menos’. Para cuando llegara la fruta no le iba a quedar una sola hoja verde, prácticamente”, cuenta Nicolás Carlino, secretario de la cooperativa ubicada en Corrientes.
La única alternativa que tenían era hacer las exportaciones vía aérea y así lo hicieron durante varios años. En 2014 enviaron el equivalente a 4 contenedores, en 2015 otros cuatro, en 2016 bajó a 3 contenedores, 2017 otros 6 contenedores y en 2018 y 2019 no hubo movimiento. Después vino la pandemia y no se volvió a mandar, ahora están a la expectativa de que les levanten la banderita para volver a mandar en medio de la Copa del Mundo, que prevé la asistencia de 3,5 millones de turistas.
“Hay dos firmas nuevas que se pusieron en contacto con nosotros. Se ve que por el tema del Mundial van a pedir más, por el consumo. Creemos que va a haber una demanda más grande. Ahora están bastante activos, pero no sé si los precios van a acompañar”, indica el también productor.
La desventaja que existe en este momento es el valor del flete aéreo que puede ser cuatro veces más caro que el marítimo y se convierte, finalmente, en una “ventaja económica”. Además, las frutas que son minuciosamente seleccionadas salen en vuelos desde Ezeiza y tienen un proceso de cultivo muy especial: se hace más despacio. “La fruta cuando se pasa por la máquina para hacer el encerado y clasificado por tamaño tiene que ser mucho más determinante para que no pierda las hojas. Esta es una fruta con una o dos hojitas y una ramita que lleva cada una. Entonces, tiene un proceso mucho más complejo: la selección y cosecha es mucho más lenta. Para nosotros esto era un desafío nuevo, porque nunca se había hecho en la Argentina”, agrega Carlino.
La cooperativa consiguió armar con el Senasa un protocolo sanitario en cuatro meses, para poder ubicar estos productos en ese país en el lapso de una semana, desde el momento en el que se realiza la cosecha hasta el punto de destino, ya que dentro de los envíos se incluían “ramas y partes vegetales”.
“Fuimos los únicos y hasta ahora entiendo que hemos sido los primeros en enviar mandarinas presentadas así. Esto nos marcó como exportadores de calidad y compromiso. Ahora nos especializamos por hacer tránsito largo. Hoy, los registros oficiales indican que solo nosotros estamos certificados para enviar estos productos”, resalta. A diferencia de la mandarina, la naranja para jugo sí viaja a través de un contenedor con cargas tradicionales y llegan a los puertos de Doha y Abu Dabi.
Los mercados qataries pagan la exigencia que demandan, según indican las personas entrevistadas para este artículo. En el caso de los cítricos si bien se hacen cargo de la diferencia también exigen “excelente calidad” en los alimentos. Si se cumplen con las pautas especificadas, en ese país “no tienen mayores problemas en pagar por productos premium”, y finalmente, resulta más fácil mantener una buena calidad por volúmenes más bajos que por volúmenes altos.
“Se ve que por el tema del Mundial van a pedir más, por el consumo que se va a dar. Creo que va a haber una demanda más grande que ahora, porque están bastante activos, pero no sé si los precios van a acompañar”, insiste Carlino. El tema de los precios y la diferencia cambiaria también es una preocupación para varios de los exportadores.
Entre otros de los productos que se imponen en ese mercado también está el vino y el mosto de uvas, que se podría convertir en un aliado cinco estrellas durante el evento deportivo. Pero también hay que recordar que en 2019, el Senasa autorizó el comercio de semen y la exportación de equinos en pie a ese destino, tras un acuerdo con Qatar, en el que un grupo de expertos visitó el país para supervisar los establecimientos autorizados. Si bien no está segregado por país, en 2021 se enviaron 126 caballos Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, entre otros, en medio de la reactivación producto del Covid-19. Entre estos especímenes están los Pura Sangre de Carrera (SPC), Polo y Endurance que tienen una alta demanda en esa región.
De esta forma, las empresas del agro también se disputan «el otro mundial».