29-03-24 |

Huerto urbano en invierno

En los meses fríos es ideal acudir a una buena técnica que prevendrá el huerto de heladas, aguaceros y frío. En la siguiente nota te mostramos el cuidado de los principales cultivos de la epoca.

Los huertos urbanos también son para el invierno. En esta tabla te mostramos las hortalizas que puedes cultivar durante los 12 meses del año. Conoce las variedades que debes cultivar según la época del año, distancia recomendada entre plantas y días de cosecha. Trabaja con estas variedades para mantener vivo tu huerto urbano durante los días de frío.

Además, los meses de febrero y marzo coinciden con el inicio de la época de siembra de ciertas variedades A continuación te indicamos qué puedes plantar.

Qué plantar en el huerto urbano en invierno

De junio a mediados de septiembre: el invierno es una época ideal para planificar el huerto urbano: puedes empezar a sembrar o preparar semilleros, que luego trasplantarás en primavera. Esta última opción es muy recomendable para proteger las plantas de posibles heladas y asegurar que crezcan. Es un buen momento para sembrar todo tipo de hortalizas: acelgas, espinacas, guisantes, lechugas, rábanos, remolachas, rúcula, habas… Con estas últimas hay que tener cuidado ya que empiezan a aparecer plagas, como los pulgones negros, que las pueden atacar.

Otros cultivos

→ Zanahoria: soporta muy bien el frío pero necesita mucha humedad, sobre todo para germinar. Es recomendable plantarla con otras hortalizas (por ejemplo lechugas) y colocarla en tierra arcillosa.

→ Tomate: una de las hortalizas más deseadas por su sabor y textura, además de muy provechosa ya que lo podemos incluir en mil y un platos. Por ello suele ser un must en los huertos urbanos, aunque implica más cuidados que en otras plantas. Finales de febrero e inicios de marzo es un buen momento para ello, aunque si vives en zonas particularmente frías lo mejor es esperar un poco más. Procurar utilizar tierra más bien seca y colocarlo en un lugar donde reciba bastante sol.

→ Pimiento: también estamos en el mes perfecto para ello, aunque en el caso de los pimientos es importante cultivarlos en semilleros y vigilar que el suelo esté bien nutrido mediante el uso de abono. Para ello puedes usar mesas de cultivo o macetas.

 → Ajo: otra gran elección para plantar en un huerto urbano, dado que tiene muchas raíces pero cortitas. Igual que con el tomate, si estás en un lugar cuyo clima es moderado, puedes empezar ya con su plantación. Tolera muy bien el frío y por el contrario no demasiado bien las temperaturas más cálidas del verano, por lo que finales de febrero y principio de marzo es un momento genial para sembrarlo y que forme el bulbo.

→ Perejil: muy versátil en la cocina ya que se puede utilizar para condimentar y reforzar cualquier comida. Como se adapta con mucha facilidad a diferentes suelos y temperaturas se puede sembrarlo durante todo el año, pero en concreto el final de febrero es un momento idóneo.

Cómo proteger el huerto urbano en invierno

El invierno implica frío, lluvia, nieve e incluso heladas que pueden afectar gravemente a nuestro huerto. Para resguardarlo debes tener varias cosas en cuenta:

→ Preparar la tierra: Es el momento de nutrir la tierra y para ello puedes utilizar compost (abono natural resultante de la acción de hongos y bacterias en restos vegetales), estiércol y abono verde (plantas con funciones fertilizantes muy beneficiosas). Estas opciones pueden resultar económicas además de ecológicas si tenemos el espacio y los recursos necesarios, pero en muchos casos son bastante complicadas de obtener. En cualquier caso puedes utilizar abonos universales, tanto granulado como líquido, o específicos para encontrar el que mejor se adapte a las necesidades de tu huerto o jardín.

→ Riego: Dependerá de la temperatura y las precipitaciones de la zona en la que te encuentres, si bien como norma general se deberá reducir, en mayor o menor medida. Es muy importante regar al mediodía, ya que a esta hora hay menos riesgo de heladas.

→ Protección contra el frío: Para empezar, puedes asegurar las futuras cosechas protegiendo los semilleros y macetas en invernaderos, ya que así se evita que estén en contacto permanente con el frío, crecerán y se desarrollarán mejor. En el mismo huerto puedes instalar túneles de cultivo (superficie de plástico en forma de arco) para proteger las plantas que estén aún en las primeras fases del crecimiento.

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