Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba, junto a una empresa tecnológica de Santa Fe, trabajan en un test que permitirá certificar la sanidad de estos frutos, cumpliendo con los requisitos de los mercados internacionales.
Argentina es el segundo mayor productor de arándanos de Sudamérica y el tercero en frutillas. Buena parte de esta producción se exporta congelada para elaborar jugos, mermeladas, salsas y licores, principalmente en mercados exigentes en materia sanitaria.
Para mantener y ampliar estos destinos, científicos de Córdoba están desarrollando un kit de detección de virus que permitirá certificar la ausencia de norovirus y hepatitis A en los productos destinados a exportación, un requisito sanitario clave en muchos países del mundo.
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Actualmente, no existe en el país una regulación nacional ni kits validados para esta tarea. Las empresas exportadoras recurren a laboratorios que aplican técnicas caseras sin trazabilidad ni estandarización, lo que complica cumplir con las normativas internacionales.
El kit en desarrollo contempla además el tratamiento preanalítico de la muestra, un paso fundamental para garantizar resultados confiables, y que no está contemplado en los kits importados disponibles en el mercado.