Veremos que el limonero no se puede trasplantar en cualquier momento ya que es un frutal muy sensible al frío, pero también a las altas temperaturas y tiempo seco si se manipula a raíz desnuda.
Trasplante al exterior
El limonero es uno de los cítricos más sensibles al frío, por lo que si se va a trasplantar de un lugar protegido al exterior, hay que tener muy en cuenta las temperaturas de cada época del año para poder determinar cuando hacerlo.
Evitar el frío
Las temperaturas cercanas a 0ºC siempre son perjudiciales para el limonero, pero más si justo acaba de ser trasplantado al exterior, ya que no estará acostumbrado a esas duras condiciones.
Hay que esperar a que pase el riesgo de heladas para trasplantar un limonero al exterior, y si no es posible, habrá que protegerlo con una manta antiheladas y colocar una capa gruesa de paja, serrín u hojas secas sobre el suelo para proteger raíces.
Evitar el calor extremo
Tampoco es recomendable trasplantar un limonero al jardín cuando las temperaturas y la radiación solar son abrasadoras, especialmente si este se ha mantenido en una zona fresca y menos luminosa.
Esto es especialmente importante cuando el trasplante se tiene que hacer a raíz desnuda, puesto que el árbol perderá el contacto con la tierra húmeda y tardará algún tiempo en recuperarlo, por lo hablar de que buena parte de las raíces más finas se perderán durante el trasplante.
Cuando el limonero estaba creciendo en una maceta, es decir, tiene cepellón, el trasplante al exterior es menos delicado, ya que las raíces en ningún momento dejan de estar rodeadas por tierra. Aún así hay que tener la precaución de trasplantarlo cuando no hace mucho calor, si no queda más remedio, instalar una estructura sobre él que le proporcione algo de sombra y frescor.
Se puede aprovechar también un periodo de tiempo nublado o lluvioso para realizar el trasplante aún en pleno verano, pero siempre que no sea a raíz desnuda.
Una de las cosas que el limonero necesitará tras el trasplante es una poda, especialmente si la operación es a raíz desnuda, lo que reduce el riesgo de marchitamiento.
Trasplante protegido
Si no existe riesgo de que el limonero sea sometido a bajas temperaturas ―cercanas a 0ºC― el trasplante se puede realizar en cualquier momento del año, aunque es mejor a finales del invierno o inicios de la primavera, así podrá utilizar los recursos aportados en el trasplante para desarrollarse mejor.
Raíz desnuda o con cepellón
Tanto si el trasplante se va a realizar con cepellón ―tierra alrededor de las raíces― o a raíz desnuda ―la tierra se pierde al extraerlo del suelo―, cualquier momento del año es bueno si el limonero va a gozar de protección, tanto del frío ―en invierno― como de la desecación ―en verano―.
Además, en el caso de trasplante a raíz desnuda, conviene realizarlo lo más pronto posible ―respetando lo dicho―, ya que cuanto más crezca el árbol más complicado será extraerlo del suelo sin ocasionarle un mayor daño en las raíces.
Nuevamente repetimos que en cualquier caso es mejor hacerlo al inicio de la principal etapa de crecimiento (primavera-verano), así no se interfiere con ella y el árbol se podrá recuperar rápidamente a lo largo de esta.