Si quieres hacerlo desde cero puedes intentarlo en semillas o bien a base de injertos. De esta manera utilizaremos los pequeños semilleros donde esperaremos a que germinen, para después llevarlas a una maceta grande y honda.
Al igual que cualquier otras plantas la maceta en la que las cultivemos es de suma importancia. Al ser un árbol deberemos escoger un tiesto grande y hondo, para que sus raíces respiren y no se ahoguen cuando les toque expandirse. Además, al plantar el limonero de primera hora en una maceta grande, evitaremos tener que trasplantarlo más adelante con la consecuente probabilidad de dañar sus ramas.
Si no nos hemos dado cuenta del tiesto y ya lo tenemos en una maceta pequeña podemos trasplantarlo a una mayor, pero deberemos tener mucho cuidado. Existen personas que prefieren hacer esto pero quizás tienen más experiencia y dotes para la jardinería.
Los limoneros son uno de los frutales que mejor se adaptan a vivir en una maceta. Así que son una de las opciones preferidas por los que quieren tener un frutal en su terraza o balcón.
Aunque este árbol frutal puede crecer hasta los 4 o 5 metros si se planta directamente en el terreno, es uno de los que mejor se adapta a vivir en recipientes, porque tolera muy bien la poda.
Con unos mínimos cuidados, tu limonero en maceta dará unos limones exquisitos.
Cuidados del limonero en maceta: plantación
Es fundamental que la maceta sea más o menos igual de amplia que de profunda, para que las raíces se extiendan por igual a lo largo que a lo ancho. El tamaño dependerá del propio árbol. Por ejemplo, si el limonero que has comprado está en un recipiente de 40 centímetros, conviene que lo plantes en una maceta de entre 45 y 50 centímetros.
No olvides colocar en la base de la maceta una primera capa que asegure un buen drenaje. Puedes utilizar piedras, arcilla expandida o grava volcánica.
En cuanto al sustrato, este árbol necesita una mezcla ligeramente ácida. Puede funcionar una con un buen porcentaje de turba, un sustrato específico para cactus o plantas crasas, o uno diseñado para cítricos. Si añades abono orgánico, mucho mejor.
Conviene renovar el sustrato del limonero cada dos o tres años. Trata de cambiar la mayor cantidad de tierra posible, pero sin manipular mucho las raíces.
Cuidados del limonero en maceta: riego
El limonero en maceta necesita mucha agua. Debes regarlo de manera frecuente, pero evitando siempre el encharcamiento. Durante el verano es posible que necesite un riego cada dos días. El resto del año será suficiente con regarlo una vez a la semana o menos.
Lo mejor es observar sus necesidades. En caso de duda, comprueba la humedad antes de regar. Lo puedes hacer introduciendo un palo delgado de madera en la tierra con mucho cuidado para no dañar las raíces. Cuando lo saques, comprueba cuánta tierra se ha adherido a él. Si sale prácticamente limpio, significará que el sustrato está seco y que por lo tanto se debe regar.
Si tienes colocado un plato debajo de la maceta, recuerda retirar siempre el agua que sobre a los 15 minutos de haber regado.
Cuidados del limonero en maceta: abonado
Para asegurar una buena producción de frutos, conviene abonar el limonero desde la primavera hasta el verano. Si vives en una zona con un clima muy suave, lo puedes abonar también en otoño.
Lo mejor es abonarlo con abonos líquidos orgánicos. El guano es especialmente aconsejable por su alto contenido en nutrientes y su rápida eficacia.
Recuerda siempre seguir las indicaciones especificadas en el envase para evitar el riesgo de sobredosis.
Cuidados del limonero en maceta: poda
Es muy importante prestar atención a la poda del limonero en maceta para asegurar que se desarrolle correctamente. Conviene hacerlo al final del invierno, quitando las ramas secas, débiles y enfermas. También será necesario recortar aquellas ramas que estén creciendo demasiado.
Puedes utilizar unas tijeras de poda o una pequeña sierra de mano. Recuerda siempre desinfectar con alcohol las herramientas antes de podar y untar después las heridas con pasta cicatrizante para evitar infecciones.