Conmemorando el legado del Dr. Hugh Hammond Bennet, Argentina reflexiona sobre la importancia crucial de preservar la integridad del suelo frente a la erosión y la desertificación.
Cada 7 de julio, se conmemora el Día Nacional de la Conservación del Suelo, una fecha establecida en 1963 en honor al Dr. Hugh Hammond Bennet, un incansable investigador estadounidense que dedicó su vida a la preservación de este recurso natural esencial para la producción agropecuaria.
En Argentina, el 75% del territorio se encuentra bajo la amenaza de la erosión, producto de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, según fuentes oficiales. La deforestación, el uso desequilibrado del suelo y el mal manejo de la mecanización agrícola son algunos de los principales factores que contribuyen a este problema.
La desertificación: Una amenaza silenciosa
La desertificación, la consecuencia más grave de la degradación del suelo, no solo afecta la productividad de la tierra, sino que también impacta directamente en la calidad de vida de las comunidades que dependen de ella. La pérdida de suelo fértil conduce a la escasez de alimentos, la disminución de la biodiversidad y el aumento de la pobreza.
Un llamado a la acción
En este Día Nacional de la Conservación del Suelo, es fundamental hacer un llamado a la acción para proteger este recurso vital. Es necesario implementar prácticas agrícolas sostenibles, fomentar la reforestación y promover el uso responsable de la tierra.
Todos tenemos un papel que jugar en la conservación del suelo.
- Como consumidores: Podemos optar por productos que provengan de la agricultura sostenible y evitar aquellos que contribuyen a la degradación del suelo.
- Como ciudadanos: Podemos exigir a nuestros gobiernos políticas públicas que promuevan la conservación del suelo y el desarrollo rural sostenible.
- Como individuos: Podemos adoptar prácticas en nuestro propio entorno, como la jardinería responsable y la reducción de la generación de residuos, que contribuyen a la protección del suelo.