Esta es la cancha de fútbol que se convirtió en una huerta orgánica para alimentar a 1,000 familias

Fue un estadio de fútbol hace más de 40 años y luego se transformó en un jardín de cultivo de 1000 m², a mano del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, en Brasil.

Este gran estadio que actualmente es una gigantica huerta en forma de mándala se encuentra en el interior de São Paulo, Brasil. Dentro de lo que en algún momento fue un brillante campo de juego, hoy se cultivan más de 30 especies de vegetales, y lo más destacado es que se realiza sin el uso de pesticidas, teniendo en cuenta que a través de este gran huerto se alimentan a unas 1,100 familias que viven en el campamento.

Con el pasar del tiempo. el jardín orgánico ya está cambiando los hábitos alimenticios de los residentes e inspirando la siembra en los patios traseros de las casas, ampliando aún más la oferta y la diversidad de alimentos, desde su comienzo, allá por el 2020.

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¿Cómo se realizó la siembra?

En el momento de la planificación, el gran desafío fue transformar un área degradada en un campo productivo con variedades de cultivos, tarea que en su momento tuvo a cargo de en un equipo técnico multidisciplinario voluntario formado por el agrónomo Edson Hiroshi, el técnico agrícola Juliano Fujita, el productor orgánico Romeu Leite y el ingeniero forestal João Dagoberto dos Santos.

Los especialistas a cargo comentaron que las primeras tareas que se realizaron fue que el suelo se removió, pero no se aró, como es se hace en el caso en la agricultura convencional. Luego, la tarea siguió con un rastrillado que permitió rociar la tierra, teniendo en cuenta de que se trataba de un terreno árido, seco y abandonado de hace tiempo. Y una vez que se terminaron con las tareas de «resucitamiento del suelo» se realizó la respectiva fertilización con fosfato, piedra caliza de ostras, estiércol de pollo y cubierta de biomasa.

¿Qué beneficios tiene esta huerta en forma de mándala?

Primero que nada, los alimentos que se producen en este gran huerto abastecen al comedor comunitario de la región. Pero cuando hay un sobrante, los productos se donan a otros asentamientos de MST o incluso a instituciones y hospitales en la región de Valinhos. Además, la sanidad con la que están producido estas hortalizas y verduras, tienen como fin de mejorar la calidad de los alimentos y cambiar los hábitos de consumo. Lo más destacado es que este huerto ecológico circular ha inspirado a más residentes a plantar en su propio patio trasero.

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¿Qué sucede con los fondos que se recaudan?

Durante el origen de este huerto, existía un inconveniente que se debía resolver: el acceso al agua. Factor clave e indispensable para realizar los respectivos riegos y mantenimiento del espacio de cultivos, entre otros usos básicos.

Esto se pudo resolver tras una gran movilización de los residentes, que lograron conseguir un camión de agua para llenar el tanque de agua, aunque aquella no era la suficiente para mantener húmeda la tierra del huerto por mucho tiempo. La solución fue recuperar los manantiales que existían en el suelo.

Todo fue un desafío y con un fin positivo, todo para llevar a cabo el huerto y la recuperación de las nacientes, se realizó un financiamiento colectivo. La colecta para recaudar los fondos que hicieron posible esta huerta fue organizada voluntariamente por Universo da Floresta, una plataforma para cursos de sostenibilidad, que utilizó su red para obtener donaciones.

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Con información de: https://www.inspimundo.com/

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