La tendencia de pronostico a corto y mediano plazo emitidos por La NOAA indican que la corriente de El Niño comenzará a debilitarse, pero que sus efectos se mantendrán presente en los próximos 3 meses en todo el hemisferio sur.
Los últimos análisis emitidos por La Organización Meteorológica Mundial (OMM), indican que la persistencia, aunque más débil, de El Niño y las temperaturas superiores a lo normal de la superficie del mar previstas en gran parte de los océanos del mundo provoquen temperaturas superiores a lo normal en casi todas las zonas terrestres en los próximos tres meses. El fenómeno continuará influyendo en los patrones de precipitaciones regionales, de todas maneras, al mismo tiempo, La NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, por sus siglas en inglés) en su reciente análisis climático indica de que la segunda mitad del año estaría signados por los efectos de un nuevo evento «La Niña».
Por el momento se mantiene un El Niño moderado y bien desarrollado, así lo indica un informe del sistema acoplado océano-atmósfera, tal como se refleja hasta el momentos los episodios extremo de lluvias y las tormentas en varias provincias argentinas. Pero su hermana «La Niña» se prepara para regresar a escena.
En cuanto a la duración de el fenómeno de «El Niño», los últimos informes de seguimiento al evento indican que se mantendrá activo hasta abril, y a partir del mes de julio en adelante aparecen nuevas chances de que la corriente de «La Niña» regrese, lo que influirá en el clima desde la primavera 2024 y parte del verano 2025/25.
Según los informes más recientes, El Niño se debilitará gradualmente y luego pasará a ENSO-neutral durante la primavera de 2024, así lo indican los pronósticos más recientes de IRI. «Algunos modelos climáticos dinámicos de última generación sugieren una transición a ENSO-neutral tan pronto como marzo-mayo de 2024. Mientras que el equipo de pronóstico retrasa y favorece firmemente una transición a ENSO-neutral en abril-junio de 2024″.
Desde la NOAA también resaltan que día a día se fortalecen las probabilidades de que se concrete un nuevo episodio de La Niña en las estaciones posteriores a un cambio a ENSO-neutral, lo que volvería a traer lluvias por debajo de lo normal para la primavera- verano próxima.
Por ahora El Niño continúa vigente, después de que mostrara un fortalecimiento en el último diciembre y principios de enero, pero a pesar de debilitarse hacia el mes de febrero, sus impactos podrían durar hasta abril y mayo.
Una «Niña» que pegó fuerte
Recordando el extenso evento que se desarrolló desde finales del 2020 hasta el verano del 2023, dejando una prolongada sequía en gran parte del corredor central del país, norte y la zona núcleo, donde las olas de calor tuvieron un importante protagonismo, y las lluvias se ausentaron durante largos periodos, lo que lo posicionó entre los 14 años más secos desde 1961, según el SMN.
A raíz de las nuevas probabilidades de que se instale un nuevo episodio en Argentina, hace temer al campo, y los fantasmas de la sequía en años anteriores, con las respectivas olas de calor, sobrevuelan los escenarios agrícolas en el país y vuelve a inquietar a los productores.
Vale recordar que el último episodio de «La Niña» comenzó a impactar sobre nuestro país durante el mes de octubre del 2020, con una disminución de las lluvias y un aumento en la irregularidad de las marcas térmicas, que en muchos casos estuvieron muy por encima de lo normal.
Vale destacar que este tipo de fenómeno genera una circulación en la cual la distribución de humedad es deficitaria para nuestro país, especialmente para la región del Litoral y la porción norte de la región pampeana.
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¿Vuelve “La Niña”?
Los pronósticos siguen indicando que «El Niño» se mantendría activo hasta el comienzo del otoño 2024 en el hemisferio sur, manteniendo su presencia pero en declive en el trimestre abril-mayo-junio. De ahí en más se entraría a un periodo de neutralidad. De todas maneras, según las proyecciones climáticas, a partir del trimestre julio, agosto y septiembre, existiría un 40 % en igualdad entre transitar una fase Neutral y una fase “La Niña”.
Una de las claves de la presente campaña será avizorar qué pasará con el clima durante el año, cómo evolucionará el fenómeno “El Niño” y si existen posibilidades de volver a padecer a “La Niña”, lo que volvería a provocar lluvias inferiores a lo normal y temperaturas más elevadas para la próxima primavera y verano.
Los análisis fueron realizados por el Dr. Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA y Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del CIRN, analizaron la campaña y lo que podría venir durante el 2024.
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Definición
El fenómeno La Niña es la oposición al fenómeno El Niño. Las anomalías climáticas que se producen con La Niña no son tan notables como las que se observan durante El Niño. Durante este fenómeno se origina temperaturas más frías que las normales sobre el Océano Pacífico.
La Niña, como como se ha nombrado, se caracteriza por el enfriamiento de las aguas del Pacífico, causando al mismo tiempo el debilitamiento de los anticiclones marítimos y continentales, que son zonas de poca nubosidad y presiones atmosféricas que amainan las tormentas. De igual forma interfieren en la fuerza de la temporada ciclónica, la alta o baja presión en las Azores, la dirección de los vientos, las señales de lluvias en zonas como el Golfo de Guinea y las anomalías de la temperatura en el Atlántico.