Cultivar las gramíneas ornamentales en macetas o contenedores son una excelente oportunidad de incorporarlas al jardín sin temor a que se extiendan y acaben apoderándose del terreno. También se convierte en una forma de disfrutarlas en la terraza, patio o balcón.
Existe una gran variedad de gramíneas y plantas similares: como la festuca glauca, de follaje azulado, los carex (carex comans de tonos bronce, o los carex morrowii) o los miscanthus, en la variedad lepage, que dispone de hojas que perduran en invierno en tonos bronce.
También hay plantas que no son gramíneas pero que combinan muy bien como, por ejemplo, la libertia, o el liriope muscari de follaje verde intenso. También están los phormium de la familia «pink panter» que se caracteriza por tener las hojas en tonos rosas muy elegantes.
En esta plantación, vamos a distribuir estas plantas en el jardín teniendo en cuenta su crecimiento. Las más altas, como el miscanthus y el phormium, en la parte posterior. Después, espacio para las libertias y los liripoes y, finalmente, en la parte delantera, los carex.
El proceso de plantación, como siempre, será abrir un hoyo de plantación con ayuda de una azada y añadir al hoyo un poco de sustrato que ayudará a que la planta agarre. Utilizaremos un poco de abono específico para plantación. Finalmente, colocamos la gramínea cubriendo todas las raíces con sustrato.
Finalizamos la plantación de gramíneas con un buen acolchado de gravilla para evitar que crezcan hierbas no procedentes.
De esta manera, hemos combinado diferentes gramíneas en esta plantación combinándola con otras plantas que combinan con colores bronce, rosas y blancos.
