Los orígenes del asado argentino se remontan a la época de la colonización española, cuando el ganado vacuno fue introducido en el continente americano.
Las extensas llanuras argentinas, con sus pastos abundantes, se convirtieron en el escenario perfecto para la cría de estos animales. Los gauchos, hábiles jinetes y vaqueros, fueron los primeros en aprovechar esta riqueza, cocinando la carne a las brasas en fogones abiertos.
Si bien el asado argentino es una tradición arraigada en nuestra cultura, sus orígenes se pierden en la noche de los tiempos. Desde que el ser humano descubrió el fuego, hace unos 500.000 años, es probable que algún antepasado, movido por la curiosidad y el hambre, haya colocado un trozo de carne sobre las brasas. Así, el asado se convirtió en una práctica culinaria universal, mucho antes de que existieran fronteras o naciones.
Si bien el asado argentino, con su característico uso de carne vacuna, es un emblema de nuestras pampas y de nuestra identidad nacional, sus orígenes se remontan a las prácticas de los gauchos, quienes lo incorporaron a su dieta cotidiana.
En 1556, las vacas que arribaron al Virreinato del Río de la Plata no sospechaban el destino culinario que les esperaba. Años más tarde, mientras observaban con desdén la fundación de Buenos Aires, sentían los primeros brotes de lo que sería su gloriosa transformación en el asado argentino.
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La historia del asado argentino es tan rica y sabrosa como el plato mismo. Aunque pueda parecer simple, el asado es mucho más que una simple carne a la parrilla; es una tradición arraigada en la cultura argentina, con raíces profundas en la historia y la idiosincrasia del país.
Los orígenes:
- La llegada del ganado: Todo comienza con la llegada del ganado vacuno a América del Sur durante la colonización española. Las extensas llanuras argentinas, conocidas como pampas, se convirtieron en el hábitat ideal para la cría de estos animales.
- Los gauchos: Los gauchos, hábiles jinetes y vaqueros, fueron los primeros en aprovechar esta abundancia de carne. Para ellos, el asado era una forma práctica y sabrosa de alimentarse en la inmensidad de la pampa.
- El fogón: El fuego, elemento fundamental en la vida del gaucho, era el corazón de sus encuentros y el lugar donde se cocinaba el asado. Utilizando grandes trozos de carne y brasas de madera dura, como el quebracho, lograban un sabor único e inigualable.
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El asado como símbolo nacional:
- Un ritual social: Con el tiempo, el asado trascendió su función alimenticia para convertirse en un ritual social. Reúne a familiares y amigos, fortaleciendo los lazos y creando recuerdos inolvidables.
- Identidad nacional: El asado es mucho más que comida; es un símbolo de la identidad argentina. Representa la hospitalidad, la amistad y la alegría de vivir.
- Diversidad regional: Aunque las raíces son comunes, cada región de Argentina tiene su propia forma de hacer el asado, con diferentes cortes de carne, acompañamientos y técnicas de cocción.
¿Por qué el asado argentino es tan especial?
- La carne: La calidad de la carne argentina es mundialmente reconocida. Gracias a la extensa cría de ganado en pasturas naturales, la carne adquiere un sabor y una textura únicos.
- La técnica: El asado argentino se cocina lentamente sobre brasas, lo que permite que la carne se cocine de manera uniforme y desarrolle sabores intensos.
- Los acompañamientos: El asado se disfruta con una variedad de acompañamientos, como chimichurri (una salsa a base de hierbas), ensalada, papas al horno y, por supuesto, un buen vino tinto.
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En resumen:
El asado argentino es mucho más que un plato; es una tradición arraigada en la historia y la cultura del país. Es un símbolo de identidad, un ritual social y una expresión de la pasión argentina por la buena comida.