El tomate es una planta herbácea. La misma cuenta con un gran conjunto de raíces que pueden llegar hasta los 50 y 60 cm de profundidad. Sin embargo, tiene una raíz principal desde la cual parten las demás ramificaciones.
Su tallo es anguloso y está recubierto por una vellosidad. Estos pelos son glandulares y son los que le dan el olor característico a la planta.
El tomate, en su inicio, es de porte erguido, pero cuando comienza a desarrollarse, por su peso, se rastrero.
Sus hojas se constituyen, generalmente, por foliolos lobulados (de 7 a 9), también cubiertos por pequeñas vellosidades.
Las flores de esta planta se desarrollan en forma de racimos dispuestos en diferentes pisos. En cada inflorescencia se cuentan entre 3 y 10 flores. Las mismas son de polinización autogama, es decir que el polen y el óvulo pertenecen a la misma flor.
Como todos conocemos, su fruto es una baya globosa de color rojo cuando llega a su maduración. Las mismas pueden ser lisas o acostilladas.
Las semillas son de color gris y cuentan con una forma de disco pequeño. En un gramo puede haber hasta 350 semillas. La capacidad germinativa de estas semillas es de 4 o 5 años.
Familia y especie
El tomate pertenece a la familia Solanaceae, cuyo nombre científico es Solanum lycopersicum.
- Familia:Solanaceae
- Género: Solanum
- Especie: S. lycopersicum
- Nombre científico: Solanum lycopersicum
- Nombre común: Tomate, jitomate