El posible retorno de La Niña: Proyecciones entre finales de 2025 y principios de 2026

Argentina se prepara para un cambio en su patrón climático, ya que las proyecciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) indican un aumento significativo en las probabilidades de que el fenómeno de La Niña se desarrolle durante la próxima primavera y el verano.

En un reciente informe publicado en el sitio de Infoagro, se señala que la Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), una de las autoridades climáticas más importantes a nivel global, ha estado anticipando un período de neutralidad climática en el Pacífico ecuatorial que se extendería hasta la primavera de 2025. Sin embargo, los pronósticos recientes sugieren un giro significativo en el patrón del clima global.

A diferencia de las proyecciones anteriores, la NOAA ahora indica que, a partir de octubre de 2024, el Océano Pacífico Ecuatorial podría comenzar a enfriarse, según lo publicado en Infoagro. Este cambio en la dinámica oceánica implica que las probabilidades de neutralidad se igualan con las de un posible desarrollo del fenómeno de La Niña.

En la nota de Infoagro, se muestra la imagen de la NOAA donde se hace referencia y muestra claramente un incremento en las barras azules, que representan las probabilidades de La Niña para los próximos meses de primavera y verano. Esta información es crucial para la planificación en diversos sectores, desde la agricultura hasta la gestión de recursos hídricos y la prevención de incendios.

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Si bien las proyecciones son valiosas, es importante recordar que el clima es complejo y está influenciado por múltiples factores. Sin embargo, la señal de la NOAA sobre La Niña brinda una alerta temprana para que tanto autoridades como ciudadanos puedan tomar medidas preventivas y adaptarse a las posibles condiciones que se avecinan.

¿Qué implicaría el desarrollo de La Niña para Argentina?

Si La Niña se consolida, podría tener un impacto considerable en el clima de Argentina, especialmente durante nuestro próximo verano (2024-2025). Históricamente, este fenómeno se asocia con:

  • Altas temperaturas: La Niña tiende a favorecer condiciones más cálidas de lo normal en gran parte del territorio argentino, lo que podría traducirse en olas de calor más frecuentes e intensas.
  • Sequías: Una de las consecuencias más preocupantes para el sector agrícola es la disminución de las precipitaciones. La Niña suele traer consigo condiciones de sequía o de lluvias por debajo del promedio, afectando directamente la disponibilidad de agua para cultivos y la ganadería.

Seguimiento de la evolución del ENSO

La evolución del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur) en los próximos meses será crucial para poder anticipar las condiciones de la próxima campaña gruesa en Argentina, que depende en gran medida de un régimen de lluvias favorable. Los productores, las autoridades y los expertos en clima estarán monitoreando de cerca los datos y actualizaciones de la NOAA y otros organismos, ya que la confirmación de La Niña implicaría la necesidad de ajustar las estrategias de siembra, manejo de cultivos y gestión de recursos hídricos.

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