Como cada 21 de septiembre, tal nos enseñan en la escuela, despedimos definitivamente al invierno para dar la bienvenida a la primavera. Sin embargo, este 1 de septiembre iniciamos la primavera meteorológica.
¿Sabías que existen la primavera astronómica y la primavera meteorológica?
El año pasado os contábamos algunas curiosidades acerca de esta estación y hoy abordamos un nuevo tema. ¿En qué se diferencian ambas estaciones?.
Primavera astronómica
Las estaciones astronómicas corresponden con las cuatro estaciones, es decir, los cuatros periodos en los que se divide el año solar: invierno, primavera, verano y otoño. Mientras que el inicio de la primavera y el otoño astronómicos coincide con los equinoccios, son los solsticios los que marcan el comienzo del invierno y el verano. Para centrarnos en la primavera astronómica, definimos equinoccio como los días en los que la noche y el día duran exactamente lo mismo en las regiones del hemisferio norte. El 21 de septiembre es la jornada señalada en el calendario para situar el primer equinoccio del año que da comienzo a la primavera.
Primavera meteorológica
A pesar de lo que muchos creen, las estaciones meteorológicas no coinciden en tiempo con las atmosféricas. Así, por ejemplo, situamos el inicio de esta primavera meteorológica aproximadamente en el 1 de septiembre Como está determinada por las condiciones climatológicas, el comienzo de la primavera meteorológica puede variar cada año. Los expertos consideran que no puede afirmarse cuándo ha dado comienzo hasta mediados del mes de septiembre. Ya que, con más perspectiva, se puede asegurar si las características meteorológicas han sido las propicias. El inicio de la primavera en este caso suele ir acompañado de temperaturas suaves. Aunque es bastante común que se trate de una época de contrastes, incluso con tormentas. Así, este año se ha determinado que la primavera meteorológica comenzó el 1 de septiembre, 20 días antes que la primavera astronómica.