Hacer yogurt es casa es fácil, con sólo dos ingredientes y sin necesidad de termómetro o yogurtera. ¿Te animás prepararlo en casa?
Hoy les traemos una receta muy sencilla pero que les va a gustar mucho, la fórmula para que sepan cómo hacer yogurt casero de la manera más sencilla, sin más herramientas que un pote o recipiente.
El yogurt natural casero es mucho más sabroso que cualquiera que puedan comprar y no solo es más rico ¡también es mucho más económico! Al tomar control en su fermentación podemos decidir su textura y acidez, lo cual nos da las herramientas para preparar lo que más le gusta a cada uno.
Para hacer yogurt no se necesita nada raro, solo son 2 ingredientes: leche y un poco de yogur que sea de buena calidad y con buenos probióticos.
Ingredientes
- 1 litro de leche fresca: de la que está en frío en el supermercado, la que dura poco, porque está muy viva.
- Fermento: para 1 litro de leche necesitamos un yogur con microorganismos vivos, bien de un yogur industrial que así lo especifique, o de un yogur casero anterior.
- Otra buena opción para conseguir fermento es comprarlo liofilizado, es decir seco. Para 1 litro de leche necesitaremos 1 g. de fermento.
- Opcionalmente, 1 cucharadita de azúcar o miel
Cómo hacer yogur casero.
El proceso de hacer yogur en casa es muy sencillo, como es para consumo propio y no necesitamos transportarlo ni que dure mucho, podemos generar una fermentación de la leche y guárdalo en nuestra nevera unos 7 días sin necesidad de pasteurizar.
Porque la pasterización industrial es el proceso que destruye el potencial vivo del yogur. Por eso en mi caso me he puesto a hacer yogur en casa, porque quiero que Xoel coma yogur de verdad. Aprovechar todos los beneficios de un yogur al día y dejar los famosos petisuites que le vuelven loco.
He probado algunos muy buenos. Habéis visto que recientemente publiqué en IG cómo hacer yogur en Stories, y alguno de los que he comprado en el Mercado de Maravillas. Sin ir más lejos, la semana pasada compré con el amigo Antonio uno increíble, “La Hermita”… pero no voy todas las semanas y quiero disponer de yogur en mi nevera cuando quiera.
Es muy fácil hacerlo con la yogurtera que tenía mi madre en el trastero en Ourense y que he recuperado para mi. Pero también se puede hacer sin ella. Al final no hace falta ser muy listo para saber que muchas veces comemos un yogur y en realidad no lo es. Id al supermercado y encontraréis en los estantes encontraréis 500 tipos de yogur… que en realidad no lo son. La mayoría son postres lácteos porque no llevan fermentos vivos y por tanto no es un alimento probiótico, ya que eliminan lo que los hacen tan beneficiosos.
Todo sobre los ingredientes necesarios
- 1 litro de leche fresca: de la que está en frío en el supermercado, la que dura poco, porque está muy viva. Está pasteurizada a baja temperatura para eliminar las bacterias potencialmente patógenas pero no el resto de bacterias necesarias para la digestión de la lactosa ni para la futura fermentación al convertirla en yogur.
- Fermento: para 1 litro de leche necesitamos un yogur con microorganismos vivos, bien de un yogur industrial (pero de verdad, recordad leer bien que así lo especifique), o de un yogur casero anterior. Pero ojo, no reutilizar una cepa de yogur casero más de 3 veces pues pierde su capacidad para hacer yogur nuevamente.
- Otra buena opción para conseguir fermento es comprarlo liofilizado, es decir seco. Para 1 litro de leche necesitaremos 1 gramo de fermento. Se encuentran fácilmente pero buscar uno cuya composición sea 100% bacterias puras.
Fermentación del yogur. Yogurtera, Termo u Olla a Presión
- Nuestro yogur casero necesita una ubicación para fermentar durante 8-10 horas a temperatura controlada de 44-45ºC.
- En una olla ponemos el litro de leche y añadimos el fermento. Con un termómetro controlamos que llegue a una temperatura de 45ºC y removemos para que se mezcle bien.
- Después colocamos la mezcla en el lugar donde vaya a reposar para fermentar. Tenemos tres opciones fáciles: yogurtera, termo u olla a presión.
- La yogurtera es muy sencilla, mantiene la temperatura ella sola así que repartimos la mezcla en los vasitos y tapamos.
- Después de esas 8-10 horas metemos los yogures en la nevera, donde estarán en buenas condiciones unos 7 días.
- Con el termo y con la olla a presión, necesitamos un termómetro para controlar la temperatura, que no debe subir nunca de los 48ºC.
- Después de calentar la leche y añadir el fermento, ponemos la mezcla en el termo y cerramos.
- Lo colocamos sobre una tabla de madera y en un sitio cálido y no abrimos hasta que pasen las 8-10 horas. Después se abre y se pasa a nevera.
- Con la olla a presión igual, pero previamente debemos calentar la olla hirviendo agua. Después de eso vaciamos esa agua y comprobamos que el interior de la pota esté como mucho a 46º C.
- Introducimos los vasitos con la mezcla dentro, cerramos y tapamos con una manta para que la temperatura baje muy lentamente y le de tiempo a fermentar.
- Después de las 10 horas abrimos y pasamos el yogur a la nevera.
¡Anímate! Y como siempre, si no sale bien al primera, averigua qué paso y mejora la técnica.
Puede pasar que…
- El yogur no quede con la textura adecuada. Si la temperatura de la fermentación es demasiado baja, o los vasitos utilizados están muy fríos… las 8 horas no serán suficientes y no se cuajará correctamente.
- Puedes dejarlo más tiempo pero quedará más ácido. Si al contrario, la temperatura fue demasiado alta, las bacterias se destruyen y tampoco funcionará. Vigila y ajusta en el siguiente intento.
- El yogur no es homogéneo. Puede tener bolsas de suero, que se producen al chocar los vasitos entre sí durante la fermentación.
- O puede ser que esté separada la parte sólida del suero líquido, también por exceso de movimiento durante la fermentación o leche de baja calidad o desnatada. Ya sabes, producto de buena calidad y tranquilidad, merece la pena.