Caminos rurales para atrás: Las lluvias ponen y pondrán en jaque al transitar del campo

Las recientes lluvias han dejado la infraestructura rural bonaerense y de varias provincias argentinas en un estado deplorable. Productores y habitantes del interior exigen soluciones urgentes ante la intransitabilidad de los caminos y la falta de canales, problemas que paralizan la producción.

La situación es crítica en las zonas rurales de Buenos Aires y otras regiones argentinas. Las recientes e intensas precipitaciones han destrozado la infraestructura, dejando caminos intransitables y sin sistemas de drenaje adecuados. Esta realidad impide el desarrollo de las actividades productivas y afecta gravemente la calidad de vida de los pobladores, quienes reclaman atención inmediata.

Las comunidades rurales de Buenos Aires y otras provincias argentinas atraviesan una situación apremiante. Las fuertes lluvias han devastado la infraestructura vial y los sistemas de drenaje, bloqueando el tránsito y obstaculizando las labores productivas. Esta problemática deteriora significativamente la calidad de vida de los habitantes, quienes urgen una respuesta inmediata.

En el corazón productivo del partido bonaerense de Carlos Casares, la preocupación escala a niveles alarmantes. Voces autorizadas del sector agropecuario, como Fernando Mesquía y Cristina Raffaeli, han alzado su voz a través de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), exponiendo una realidad que dificulta severamente su labor diaria y compromete el futuro de sus explotaciones.

La intransitabilidad de los caminos rurales, convertidos en verdaderas trampas de barro e intransitables incluso para vehículos de doble tracción, obstaculiza el traslado de insumos esenciales, la salida de la producción y el acceso a centros urbanos para tareas básicas. A esta crítica situación se suman los recurrentes y prolongados cortes de suministro eléctrico, esenciales para el funcionamiento de bombas de riego, la conservación de productos y el bienestar de los habitantes de las zonas rurales.

La persistente falta de una presencia activa y resolutiva por parte del Estado municipal agrava aún más el panorama, generando una sensación de abandono e indefensión entre los productores, quienes demandan soluciones urgentes y un compromiso concreto para revertir esta crítica coyuntura.

La situación se agrava debido a la existencia de canales ilegales que, sin una adecuada gestión del agua, la desvían hacia otras localidades, intensificando las inundaciones y deteriorando aún más las vías de comunicación. Patricia Gorza, presidenta de Mujeres de la Ruralidad Argentina, subrayó la necesidad apremiante de una administración hídrica que evite estas circunstancias.

Por su parte, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) hizo un enérgico pedido a las autoridades para que prioricen la inversión en infraestructura rural, garantizando así el desarrollo sostenible del sector agropecuario y el bienestar de las comunidades que dependen de él.

Pensando en las lluvias que se vienen

La condición presente de los caminos rurales en diversas regiones de la nación ya presenta desafíos significativos. No obstante, existe una creciente preocupación ante la potencial intensificación de esta problemática con la llegada de las estaciones de primavera y verano.

De confirmarse la influencia de la Corriente de El Niño, los pronósticos sugieren un régimen de precipitaciones que excederá los valores promedio históricos. Este incremento pluviométrico podría exacerbar la fragilidad de las vías terrestres, dificultando aún más el tránsito, el acceso a servicios esenciales y la actividad productiva en las zonas rurales

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