Ante la inminente llegada de las fiestas de fin de año, las familias argentinas han comenzado a ejecutar una estrategia clave para proteger su economía: adelantar las compras de productos esenciales para los menús de Navidad y Año Nuevo.
Esta maniobra de previsión no es casual; responde a la expectativa generalizada de una escalada de precios en alimentos y bebidas típicas durante el mes de diciembre, un fenómeno impulsado históricamente por la alta demanda estacional y, en el contexto actual, por presiones inflacionarias.
Los últimos análisis indican que volvió a escalar el precio de la carne en Córdoba, poniendo en jaque las celebraciones de fin de año. Según el Índice Asado de noviembre, el costo de este tradicional menú para 10 personas alcanzó los $112.470, lo que representa un gasto de $11.247 por comensal. Este valor surge tras un marcado incremento mensual del 9,41%.
La escalada de precios está forzando a los consumidores a adelantar sus compras navideñas en el Mercado Norte para asegurar cortes y congelar los valores actuales, según explicó Sergio Machuca, referente del centro comercial. El gasto en carnes se disparó, con el novillo a la cabeza: cinco kilos alcanzan los $77.500, convirtiéndose en el artículo más costoso del menú festivo. Esta tendencia se observa en todas las opciones de asado: con ternera sube a $133.970, con cerdo a $82.470 y con pollo a $55.970. El alza del precio de la hacienda en pie es el principal motor de estos incrementos directos al consumidor.
Entre los productos cárnicos con mayor nivel de búsqueda se encuentran el peceto, el asado, el cabrito, el lechón, el cordero y la pavita. Machuca, en representación de los carniceros, indicó que el sector está haciendo un esfuerzo por amortiguar el impacto del aumento de costos antes de trasladarlo al público. No obstante, el incremento significativo en el precio de la carne es innegable y se anticipa una posible nueva escalada en diciembre, lo que provoca que las familias opten por la compra preventiva.
