El achaparramiento provocado por este insecto, reduce significativamente la producción de granos, lo que resulta en pérdidas económicas para los agricultores.
La chicharrita del maíz es un pequeño insecto que causa grandes problemas en los cultivos de maíz. Su principal daño se debe a que transmite una bacteria llamada Spiroplasma kunkelii, la cual provoca una enfermedad conocida como achaparramiento del maíz. Vale destacar que en la última temporada causo estragos en los cultivos .
Los resultados del octavo reporte de la Red Nacional de Monitoreo de la Chicharrita del Maíz son alentadores. Al igual que en los informes anteriores, se ha registrado una disminución significativa en la presencia de esta plaga, estando ausente en el 95% de las áreas evaluadas hasta el 22 de noviembre. Esta tendencia positiva sugiere que las estrategias de control implementadas están dando resultados y que la amenaza al cultivo de maíz se ha reducido considerablemente.
Para la elaboración del octavo informe, se llevó a cabo un exhaustivo relevamiento en 434 localidades argentinas, abarcando las regiones del NOA, NEA, Litoral, Centro Norte y Centro Sur, además de 15 localidades en Uruguay. En cada una de estas localidades, se emplearon trampas cromáticas adhesivas para monitorear la presencia de la chicharrita del maíz durante el período comprendido entre el 9 y el 22 de noviembre.
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El monitoreo realizado entre el 9 y el 22 de noviembre de 2024 en las regiones del Centro Norte, Centro Sur y Uruguay reveló una situación similar a la observada en el período anterior. En más del 95% de las localidades, las trampas cromáticas adhesivas no capturaron ejemplares de Dalbulus maidis, indicando una baja presencia de la plaga.
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Con el objetivo de mitigar el riesgo de infestación por Dalbulus maidis y el desarrollo del achaparramiento del maíz, se recomienda intensificar las acciones de manejo integrado de plagas en las regiones del Centro Norte, Centro Sur y Uruguay, especialmente en aquellos lotes donde se prevé la siembra de maíces tardíos. El monitoreo constante de los cultivos y el control de las plantas voluntarias son medidas clave para reducir las fuentes de inóculo del vector.