Cómo conservar los ajos para que duren más

No dejes que tus ajos se echen a perder. Aquí te mostramos cómo mantener tanto las cabezas como los dientes de ajo frescos durante más tiempo.

El ajo es, sin duda, un ingrediente infaltable en la cocina. Su versatilidad y el sabor único que aporta lo convierten en un básico en innumerables gastronomías alrededor del mundo.

Ya sea crudo, machacado, laminado, asado o confitado, el ajo tiene la capacidad de transformar un plato simple en algo extraordinario. Desde un sofrito básico que es la base de muchísimos guisos y salsas, hasta un toque aromático en adobos, ensaladas o incluso panes.

Más allá de su delicioso sabor, también es valorado por sus propiedades y beneficios. Es un ingrediente que no solo nutre, sino que también enriquece cada receta con su carácter distintivo.

Consejos generales para ajos sin pelar

¿Sabías que los ajos morados o rosados suelen durar más que los blancos? Además, si los mantienes en ristra, prolongarás su vida útil y evitarás que se ablanden. La clave es guardarlos en un lugar fresco, seco y bien ventilado, como una despensa o incluso una terraza cubierta.

Opciones para dientes de ajo pelados

Si prefieres tener los dientes de ajo listos para usar, aquí tienes dos métodos efectivos:

  • En Aceite: Pela los dientes de ajo, colócalos en un frasco de vidrio, cúbrelos completamente con aceite (de oliva, girasol, etc.) y guárdalos en la nevera.
  • Congelados: Puedes pelar y congelar los ajos. Sin embargo, ten en cuenta que no deben conservarse por más de dos meses en el congelador, ya que después de este tiempo comenzarán a perder su sabor característico.

Cómo conservar cabezas de ajo enteras

Las cabezas de ajo necesitan «respirar». Lo ideal es guardarlas en un lugar fresco, seco, oscuro y con buena ventilación, como una despensa, dentro de un recipiente abierto. Es mejor mantenerlas alejadas de otros alimentos, si es posible. Evita meter las cabezas de ajo enteras en la nevera, ya que el exceso de frío puede hacer que broten.

Una cabeza de ajo bien conservada puede durar más de ocho semanas. Sin embargo, una vez que la cabeza se ha roto y se han separado los dientes, estos solo se mantendrán frescos entre una semana y diez días.

Maximiza el sabor y las propiedades

Para que los ajos conserven su sabor, frescura y todos sus beneficios, es fundamental almacenarlos en las mejores condiciones posibles. Al comprar, elige cabezas de ajo frescas que se sientan firmes y tengan la piel intacta; esto te ayudará a conservarlas por más tiempo.

Guía completa para conservar ajos en casa

Conservar ajos frescos y en buen estado es clave para aprovechar al máximo su sabor y propiedades. Aquí te contamos cómo hacerlo paso a paso, asegurando que duren más tiempo y mantengan todas sus virtudes.

Lo que debes evitar y preferir para almacenar ajos enteros

Para empezar, es fundamental no guardar los ajos en lugares húmedos, y mucho menos en la nevera. La humedad hace que se ablanden y se pudran con mayor rapidez.

La clave para una conservación óptima es un sitio oscuro y seco. Estas son las condiciones ideales que te permitirán extender significativamente la vida útil de tus ajos, manteniendo intactas todas sus propiedades.

Considera invertir en un recipiente diseñado específicamente para ajos. Suelen ser de cerámica, con orificios que permiten la circulación de aire, manteniendo un ambiente seco y oscuro sin que se resequen. Si no tienes uno, puedes improvisar con una bolsa de papel: introduce los ajos, ciérrala y guárdala en un lugar seco.

Opciones para conservar ajos procesados

Si buscas métodos para prolongar la vida del ajo más allá de su estado natural, estas son excelentes alternativas:

  • Ajos en Conserva (en aceite): Si bien no es el estado más natural, es una forma eficaz de evitar que se echen a perder. Debes limpiar y cocer los dientes de ajo hasta que estén blandos. Luego, introdúcelos en un recipiente y cúbrelos completamente con aceite de oliva.
  • Ajos Congelados: ¡Sí, se pueden congelar! Es una excelente manera de tenerlos siempre a mano. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.

¿Cómo Congelar Ajos?

El ajo fresco es perecedero, pero el congelado es una alternativa práctica para conservarlo. Aunque la cabeza de ajo se seque para durar más, congelar los dientes de ajo frescos es muy efectivo. Aquí te mostramos los métodos más comunes:

1. Ajos en Dados

  1. Separa y pela cada diente de ajo. Corta los extremos.
  2. Pica los ajos tan finos como puedas.
  3. Coloca el ajo picado en el centro de un trozo de papel film, formando un pequeño cuadrado.
  4. Dobla los lados del film sobre el ajo y luego enrolla firmemente hasta el final.
  5. Guarda los paquetes individuales en una bolsa hermética y llévala al congelador.

2. Ajos enteros (sin pelar)

  1. Separa los dientes de la cabeza de ajo, dejando la piel intacta.
  2. Corta un trozo grande de papel film y estíralo.
  3. Coloca los dientes de ajo enteros (sin pelar) en el centro del plástico.
  4. Dobla los lados sobre los ajos y enrolla cada uno hasta el final del plástico.
  5. Introduce los ajos envueltos en una bolsa hermética y congela.

3. Puré de ajo

  1. Separa los dientes de ajo, corta los extremos y pélalos.
  2. Coloca los dientes de ajo pelados en una licuadora o procesadora.
  3. Añade media taza de aceite de oliva.
  4. Procesa hasta obtener un puré homogéneo.
  5. Coloca el puré en una bolsa de plástico, eliminando el exceso de aire al cerrarla para poder enrollarla.
  6. Para evitar que el olor se impregne en otros alimentos, mete esta bolsa dentro de otra bolsa hermética y congela.

Importante: Cuando congeles ajos (sin importar el método), es preferible consumirlos antes de dos meses, ya que después de este tiempo pueden empezar a perder su aroma y propiedades.

Consejos al comprar ajos

Siempre que sea posible, compra las cabezas de ajo en una verdulería. Esto te permitirá tocarlas y asegurarte de que estén firmes y en buen estado. Si detectas manchas negras, descarta el ajo, ya que podría ser moho y perjudicial para la salud.

Propiedades y beneficios del ajo

Conservar bien el ajo, especialmente congelándolo, es una forma muy eficaz de mantener sus múltiples beneficios y propiedades, incluso mejor que los ajos en conserva. El ajo es un superalimento que te aporta:

  • Mejora la circulación sanguínea: Gracias a su contenido de vitamina B, un ajo en ayunas puede ayudar a combatir problemas circulatorios.
  • Beneficioso para el hígado: Actúa como desintoxicante natural, ayudando a depurar toxinas, eliminar parásitos y liberar el cuerpo de metales pesados. También es un antiinflamatorio.
  • Combate resfriados y afecciones pulmonares: Es un excelente antibiótico natural. Puedes usarlo en vahos o preparar jarabes caseros para la tos.
  • Reduce el colesterol: Gracias a la alicina, uno de sus principales compuestos.
  • Cuida el aparato digestivo: Contribuye a mantener la salud de tu sistema digestivo.

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