El secreto fundamental para cultivar albahaca en interiores radica en proporcionarle un sustrato óptimo. La albahaca, al igual que muchas otras hierbas aromáticas, prospera en suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y con un pH ligeramente ácido o neutro.
Cultivar albahaca en interiores es una experiencia gratificante y sencilla, que te permite disfrutar de esta aromática hierba fresca durante todo el año. Imagina tener a tu alcance, en la repisa de tu ventana, un pequeño huerto personal que te provea de albahaca para realzar tus platos con su sabor y aroma inconfundibles.
La albahaca (Ocimum basilicum) es una hierba aromática muy apreciada en la cocina mediterránea y de otras partes del mundo. Su aroma y sabor característicos la convierten en un ingrediente esencial en platos como la pasta, la pizza, las ensaladas y el pesto. Además de su uso culinario, la albahaca también tiene propiedades medicinales y se utiliza en la medicina tradicional para tratar diversas dolencias.
Características y variedades:
- Tipos:
- Existen numerosas variedades de albahaca, cada una con su propio aroma y sabor distintivo. Algunas de las más comunes son la albahaca dulce, la albahaca morada, la albahaca limón y la albahaca tailandesa.
- Cada tipo de albahaca puede aportar diferentes matices a las comidas, por lo que es interesante tener varias clases en el huerto o en casa.
- Crecimiento:
- La albahaca es una planta anual que prefiere climas cálidos y soleados.
- Crece mejor en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica.
El cultivo de la albahaca, ya sea en interiores o exteriores, es una práctica gratificante que permite disfrutar de esta aromática hierba en la cocina. Para lograr un cultivo exitoso, es esencial considerar varios factores claves:

Cultivar albahaca en interiores es una excelente manera de tener hierbas frescas a mano para cocinar. Aquí tienes una guía paso a paso para cultivar y cuidar la albahaca en interiores:
1. Elección de la maceta y el sustrato:
- Macetas:
- Elige una maceta con buen drenaje, preferiblemente de al menos 15 cm de diámetro.
- Las macetas de terracota son ideales, ya que permiten que el suelo respire.
- Sustrato:
- Utiliza una mezcla para macetas de buena calidad, rica en materia orgánica y con buen drenaje.
- Puedes mezclar tierra para macetas con perlita o vermiculita para mejorar el drenaje.
2. Siembra:
- Semillas:
- Siembra las semillas a una profundidad de 0,5 cm.
- Mantén el sustrato húmedo hasta que germinen, lo que suele tardar entre 7 y 14 días.
- Esquejes:
- También puedes cultivar albahaca a partir de esquejes.
- Corta un tallo de unos 10 cm de largo y retira las hojas inferiores.
- Coloca el esqueje en un vaso de agua hasta que desarrollen raíces, y luego trasplántalo a una maceta.
3. Luz:
- La albahaca necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día.
- Coloca la maceta cerca de una ventana orientada al sur o al oeste.
- Si no recibes suficiente luz natural, puedes utilizar luces de cultivo.

4. Riego:
- La albahaca prefiere un suelo ligeramente húmedo, pero no encharcado.
- Riega la planta cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.
- Evita mojar las hojas, ya que esto puede provocar enfermedades fúngicas.
5. Temperatura:
- La albahaca prefiere temperaturas entre 18 y 24 °C.
- Evita exponer la planta a corrientes de aire frío o caliente.
6. Poda:
- Poda las hojas superiores de la planta con regularidad para fomentar un crecimiento tupido.
- Retira las flores para evitar que la planta se vuelva leñosa y pierda sabor.
7. Fertilización:
- Fertiliza la albahaca cada dos semanas con un fertilizante líquido equilibrado.
- Diluye el fertilizante a la mitad de la concentración recomendada.
Consejos adicionales:
Cosecha las hojas de albahaca por la mañana, cuando tienen el máximo sabor.
Gira la maceta con regularidad para que la planta reciba luz de manera uniforme.
Vigila la aparición de plagas como pulgones o arañas rojas.




