En los últimos años en nuestro país hubo una gran demanda de maracuyá, un fruto típico de las regiones tropicales, y muy identificado con Brasil, un destino muy frecuentado por el turista argentino, que lo conoce por consumirlo en el vecino país.
¿Qué sabor tiene esta fruta?, “¡A maracuyá!”, definen rápidamente aquellos que la consumen, ya que lo definen como muy diferente al de las frutas más conocidas por los argentinos.
De todas maneras, en la Argentina desde hace un tiempo comenzaron a ofrecerse cada vez más productos elaborados a base de maracuyá, como helados, jugos, tortas, dulces y golosinas, entre otros.
Esa atractiva demanda local de esta fruta exótica, al menos para la región agrícola central del país, ya que se produce comúnmente en el noreste argentino, despertó el interés de Walter Griva.
Comenzó como un hobby y se transformó en negocio
Griva es un ingeniero agrónomo rosarino, que desde hace tres años se dedica en la vecina localidad de Granadero Baigorria, Santa Fe, a la producción de plantas de maracuyá, una zona de la pampa húmeda donde asegura que se adapta muy bien y tiene demanda.
No solo produce en el Gran Rosario plantas de maracuyá tradicional de fruto de color amarillo, sino también la variedfad de color naranja, que es un algo menos ácida.
En definitiva, lo que para el profesional comenzó como un hobby a partir de su gusto personal por la fruta, terminó transformándose en un negocio.
Actualmente Griva se dedica a la venta de plantas de maracuyá a nivel mayorista para viveros y productores, y minorista para el hogar y, en diálogo con El ABC Rural, se refirió a las características productivas de esta llamativa alternativa de producción para la pampa húmeda.
Trajo semillas para probar producir plantas, y lo hizo con éxito
“Todo comenzó como un hobby, ya que vacacionando en Brasil observé que la planta de maracuyá se daba en el sur del vecino país, bajo condiciones climáticas similares a las del Gran Rosario, solo con menos frío”, señaló el productor rosarino.
“Así que un día traje semillas de Brasil para comenzar a probar acá con la producción de plantas, y lo hice con éxito”, apuntó. Además, el entrevistado, manifestó que “en el Gran Rosario había gente que ya tenía plantas de maracuyá en casas particulares, dándose muy bien el fruto a pesar de las heladas”.
Como notó que había una buena demanda en la zona, Griva decidió “incursionar en una actividad que no deja de ser alternativa, ya que es un fruto exótico para la pampa húmeda”.
En esa línea de trabajo, Griva informó que venden las plantas adultas a viveros y gente particular, listas para transplantar, aclarando que “no son plantines, sino un producto más desarrollado, de entre un año y un año y medio de edad”.
Especie trepadora: se planta en septiembre y produce en marzo
Como la planta de maracuyá es una especie trepadora, que desarrolla zarcillos para agarrarse, el profesional dijo que para poder producirla a gran escala, necesita ser conducida por algún sistema tipo espaldera o parra, o bien sobre una pared o alambrado en el patio de una casa.
“Al ser una fruta de primavera-verano, la plantación debe comenzar en primavera (septiembre) para que al final del verano (marzo) empiece a dar sus primeros frutos, ganándole un año a la producción del año siguiente, que ya sería mucho más interesante en cantidad”, aconsejó Griva.
En definitiva, el entrevistado resumió que una planta de entre un año y un año y medio puede entrar en producción rápidamente, por lo que la consideró una especie muy atractiva para que la gente la tenga en su casa.
“De gran valor ornamental”
Asimismo, más allá del beneficio productivo de la fruta, Griva destacó que la maracuyá también tiene un gran valor ornamental.
“La planta es muy bonita, de hojas grandes y color verde intenso, ofreciendo flores estrelladas y asimétricas muy atractivas, como la maleza mburucuyá, y los frutos también son llamativos de un color amarillo o naranja intenso, contrastando con el verde de las hojas”, describió el profesional.
A su vez, informó que “la maracuyá es una especie muy codiciada por una mariposa de color anaranjada con bordes negros, que deposita sus huevos en la planta, llenando el ambiente productivo con hermosas mariposas”.
En ese sentido, aseguró que “la larva de la mariposa provoca muy poco daño en las hojas cuando la planta es adulta, siendo solo necesario el control si se utilizan plantas muy pequeñas”.
Heladas, fertilización, producción y valor agregado
-¿Cómo se comporta en la zona con las heladas?
-Con heladas moderadas, de entre 2 y 3 grados bajo cero, yo no tuve problemas a campo, más allá de alguna quemazón de las hojas más tiernas superiores, pero sin causar demasiados problemas al cultivo, el cual se repone rápidamente.
Con heladas más fuertes entre 12 y 15 grados bajo cero, ahí sí los efectos son mucho más nocivos, aunque podría atenuarse y controlarse como en el caso de los cítricos, con riego por aspersión y otras técnicas.
-¿Cómo es la fertilización?
-Muy sencilla, como la de cualquier otra planta tradicional de la zona, sin ningún requerimiento adicional.
-¿Cuándo alcanza la plena producción?
-Depende del tipo de conducción, pero en una casa en un espacio amplio, se pueden cosechar entre 50 y 60 frutas por planta por temporada, acotándose un poco más la producción por el menor espacio a gran escala bajo sistema de parra o espaldera.
-¿Se le agrega valor en nuestro país”
-En Argentina desde hace un tiempo comenzaron a ofrecerse cada vez más productos elaborados con maracuyá, como helados, jugos, tortas, dulces y golosinas, entre otros. Podrían ofrecerse muchos más productos como sucede en Brasil donde, lógicamente, la fruta es muy tradicional, pero -como todo- lleva su tiempo.