Ante el segundo episodio de la DANA, el miedo a una repetición de la tragedia de Valencia ha llevado a algunos ciudadanos a tomar medidas desesperadas, como envolver sus coches en plástico.
El fantasma de la DANA vuelve a acechar España. La amenaza de nuevas inundaciones ha puesto en vilo a miles de españoles, especialmente a aquellos que aún se están recuperando de la devastadora DANA de hace dos semanas.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado el aviso rojo para el sur de Tarragona y la provincia de Málaga debido a la llegada de una nueva depresión aislada en niveles altos (DANA). Se esperan lluvias torrenciales que podrían superar los 100 litros por metro cuadrado en pocas horas, lo que aumenta el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Las zonas más afectadas por la anterior DANA, como algunas poblaciones de Valencia, se encuentran nuevamente en alerta.
La comunidad se blinda ante la inminente llegada de la DANA. En Málaga, donde la alerta roja ha puesto en alerta a todos, los vecinos han optado por soluciones creativas para proteger sus vehículos. Aunque envolver los coches en plástico no garantiza una protección total ante inundaciones, es una muestra de la solidaridad y el ingenio de la gente ante la adversidad.
En estos eventos climáticos, hay que tener en cuenta que la cantidad de lluvia que puede descargar una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es muy variable y depende de diversos factores como la intensidad de la depresión, la humedad del aire, la orografía del terreno y el tiempo que permanezca estacionaria sobre una zona.
Generalmente, una DANA puede dejar acumulados de lluvia muy elevados en pocas horas, llegando a superar los 100 litros por metro cuadrado, o sea, 100 milímetros de lluvia. Sin embargo, en casos extremos, se han registrado acumulados mucho mayores.
Vale destacar que no es lo mismo que lluevan 100 mm en un día que en una hora. Si la misma cantidad de lluvia cae en un período más corto, el riesgo de inundaciones es mayor.
Sin embargo, algunos malagueños han llevado la precaución al extremo, atando sus vehículos a farolas. La histeria colectiva ante la inminente DANA ha generado escenas surrealistas en las calles, donde la población busca proteger sus bienes de cualquier manera, incluso si las medidas son desproporcionadas.
La creatividad de los malagueños no tiene límites. En Carlinda, un vecino ha convertido su 4×4 en una obra de arte improvisada, envolviéndolo en plásticos y asegurándolo con una cuerda. Otros, como se aprecia en imágenes que circulan por redes, han optado por soluciones más originales, como utilizar film transparente y manteles de hule para proteger sus vehículos. Incluso se ha avistado un coche adornado con tres churros de piscina sobre el parabrisas, una solución tan ingeniosa como curiosa.
