La Agricultura es el pilar fundamental de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el país y el mundo, jugando un rol clave dentro del ámbito social-económico.
Tanto en Argentina como en la mayoría de los países del mundo, para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, la agricultura es, sin duda, uno de los pilares más importantes. Su papel es clave en la producción de alimentos que sustentan a la población, y su impacto se extiende más allá de simplemente proporcionar comida.
¿Por qué es tan importante la agricultura?
Primero que nada, la agricultura es una fuente primaria de alimentos para los seres humanos. Desde los cereales y legumbres hasta las frutas y verduras, la gran mayoría de nuestra alimentación proviene de la tierra.
Seguridad alimentaria: Un sistema agrícola fuerte y sostenible es esencial para garantizar que todos tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos en todo momento. Esto implica no sólo producir alimentos en cantidad suficiente, sino también garantizar su distribución equitativa.
Nutrición: La agricultura influye directamente en la calidad nutricional de nuestra alimentación. Una agricultura diversa, que promueve la producción de una amplia variedad de alimentos, contribuye a una dieta más saludable y equilibrada.
Desarrollo económico: La agricultura es un motor importante para el desarrollo económico, especialmente en los países en desarrollo. Genera empleo, promueve el comercio y contribuye al crecimiento económico de las comunidades rurales.
Conservación del medio ambiente: Las prácticas agrícolas sostenibles pueden ayudar a conservar los recursos naturales, como el suelo y el agua, y a mitigar los efectos del cambio climático.
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¿Cómo podemos mejorar la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición?
Promover la agricultura sostenible: Adoptar prácticas agrícolas que respeten el medio ambiente y conserven los recursos naturales.
Invertir en investigación: Desarrollar nuevas tecnologías y variedades de cultivos más resistentes al cambio climático y a las plagas.
Apoyar a los pequeños agricultores: Fortalecer las economías rurales y mejorar el acceso de los pequeños agricultores a los mercados.
Reducir el desperdicio de alimentos: Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria.
Fomentar dietas saludables: Promover el consumo de alimentos frescos, locales y de temporada.
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