Periodos de importantes sequía marcaron al territorio nacional en varias oportunidades. En los últimos años, varios factores influyeron en periodos de sequía severa.
La sequía en argentina es un factor determinante desde hace años, con el fuerte impacto en la producción y la dinámica del manejo de las tierras, sumado al impacto del fenomeno climatico de «La Niña», varios años consecutivos con ausencia de lluvias en gran parte de la región central, abarcando el área pampeana y litoral.
La influencia del clima en la producción agrícola es vital, fundamental para lograr los rindes óptimos, y con la ausencia de lluvias en el último tiempo, logró el declive en los principales cultivos de temporada.
La sequía del 2020 afectó a gran parte de la Región Pampeana; en Córdoba el rinde fue de solo 15 qq/ha; en Santa Fe, 21,5 qq/ha. Pero en Buenos Aires hubo productividades récord de trigo y la provincia marcó casi 40 qq/ha (39,5) compensando las pérdidas y de este modo Argentina alcanzó a producir 17 Mt.
«En las malas campañas suele irle mal a Buenos Aires y bien al resto de la Región Pampeana, o al revés, como en el 2020. Pero cuando la falta de agua golpea tanto a una como otra se tratan de sequías con mayúsculas y de alto impacto en los números nacionales», advierte el último reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
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En la última tormenta (28/6), «los acumulados más significativos, apenas por encima de los 10 milímetros, privilegiaron puntualmente al centro de Santa Fe y Entre Ríos, excluyendo totalmente a las provincias de La Pampa y Buenos Aires», dice el Dr. Aiello.
En Santa Fe faltan entre 100 y 150 mm para llegar las medias históricas de lluvias del otoño. En Córdoba la deuda es de 75 a 125 mm. Y en el 37% de Buenos Aires, en el noreste, el otoño 2022 le debe 100 a 150 mm para alcanzar los valores estadísticos de lluvias de la estación que cumple la función de recargar los suelos. Esta es una de las grandes causas de porqué el mapa de reservas de agua edáfica está en naranja y rojo ?o sea seco y muy seco? en casi el 50% de la región pampeana.
Y si se analizan las estadísticas por localidades, hay datos que sorprenden. Por ejemplo, el otoño 2022 es el más seco desde 1963 en Junín (Buenos Aires). Allí, solo llovieron 79 mm (del 21/3 al 21/6) por lo que faltan 186 mm para alcanzar la media de las lluvias de otoño (232 mm). Hay que retroceder casi 60 años para encontrar un otoño más seco. Para Río Cuarto, Córdoba, el actual es el otoño en el que menos llovió desde 1961: solo llovieron 28 mm. En Córdoba capital, con 12 mm, el 2022 es el otoño más seco desde que hay registros, o sea desde 1986. En Santa Fe, en Rosario, este otoño dejó 126 mm contra los 234 mm de media. En Rafaela, acumuló 95 mm (vs los 205 mm de media). Volviendo a Buenos Aires, en Las Flores, el otoño 2022 registró 121 mm, casi la mitad de la estadística (236 mm).