Las inundaciones complican a los alquileres rurales en zonas afectadas

Se están incorporando cláusulas contractuales específicas que facultan a productores y propietarios a reajustar los cánones (o pagos/rentas) según la superficie (o extensión) de las hectáreas efectivamente aprovechables.

El panorama es crítico en el oeste y sudeste de la provincia de Buenos Aires, donde las intensas precipitaciones recientes han derivado en la declaración de desastre agropecuario por inundaciones. La problemática excede lo productivo, afectando seriamente la infraestructura: la intransitabilidad de los caminos rurales obstaculiza el acceso a los predios.

Para mitigar los riesgos derivados de esta coyuntura, los empresarios CREA que operan bajo el sistema de arrendamiento han empezado a implementar cláusulas climáticas en sus contratos. Este mecanismo legal resulta fundamental para flexibilizar los pagos de alquiler en función del rendimiento productivo, proveyendo un marco de previsibilidad y evitando controversias en situaciones extremas.

Según Contenidos CREA, un método común para el pago de arrendamientos agrícolas o ganaderos es calcularlo solo sobre la superficie efectivamente utilizable. Para garantizar la precisión y actualización, este cálculo se realiza mensualmente utilizando imágenes satelitales, lo que permite un ajuste periódico del canon basado en las hectáreas disponibles para la actividad productiva.

Cuando una inundación avanza y reduce la superficie cultivable, el alquiler agrícola se ajusta de forma proporcional. Un caso reciente, analizado por Solum Agrotecnología, mostró que 120,600 hectáreas del partido de Carlos Casares estaban anegadas, lo que representa el 48% de su área total.

Renegociación de contratos agrícolas por inundación

Los contratos agrícolas suelen contemplar varias opciones de renegociación según la etapa del ciclo productivo y los pagos realizados:

  1. Pagos Adelantados: Si el productor ya ha pagado una parte sustancial del alquiler antes del siniestro, los pagos pueden imputarse como crédito para futuras campañas agrícolas.
  2. Recálculo de Canon: Cuando solo una porción del campo queda bajo agua, el valor final del alquiler se recalcula basándose únicamente en las hectáreas que sí pudieron sembrarse. Este ajuste puede generar un saldo a favor del productor o del propietario, que se considera para el próximo contrato.
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