La venta de la participación brasileña en la cementera líder y el freno de la obra pública generan incertidumbre sobre el destino de su principal complejo industrial; crece la expectativa por inversores vinculados al agro, energía y minería.
El futuro de Loma Negra, principal cementera de Argentina y sostén económico de Olavarría, entró en una fase crítica luego de que InterCement, su accionista mayoritario con sede en Brasil, anunciara su intención de vender el 52% de las acciones. El movimiento, que se da en medio de la reestructuración financiera del holding Camargo Correa, encendió alarmas en la ciudad bonaerense, que ya sufre el impacto de 96 despidos recientes y la parálisis de la obra pública.
Entre los grupos interesados en adquirir la participación de InterCement figuran el empresario Marcelo Mindlin, con intenciones de sumar la cementera a su constructora Sacde, y una petrolera nacional de primer nivel. También evalúan la operación las brasileñas Votorantim y Polimix, dos gigantes del sector con experiencia regional. Mientras tanto, Loma Negra continúa cotizando en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York, bajo el ticker “LOMA”.
Nota que te puede interesar: Actualizan el Código Alimentario Argentino con nuevas normativas sobre BPA y productos derivados del maní
La empresa, que despacha cerca del 45% del cemento del país, registró en 2024 una caída del 24% en ventas, pero logró cerrar el año con una ganancia de $153 millones, gracias a menores costos operativos y financieros. Su CEO, Sergio Faifman, destacó el desempeño del cuarto trimestre como señal de que “a pesar de los desafíos, hay margen para la recuperación”.
De cara a 2025, Loma Negra apuesta a que sectores como el agro, la minería, la energía y el petróleo compensen la ausencia de inversión pública, y observa con optimismo herramientas como el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Sin embargo, el destino de sus 34 plantas y más de 6.000 empleos sigue atado a quién compre el control accionario, y a si el nuevo ciclo económico logrará sostener la demanda sin el impulso estatal.