Plagas: La amenaza de la chicharrita del maíz

Tras el crecimiento de la población del insecto en las últimas semanas, se pide al productor no bajar la guardia. Además el clima influye en la proliferación de la plaga.

La amenaza de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) en Argentina es un tema de gran preocupación para el sector agropecuario, especialmente durante las campañas recientes. Este pequeño insecto vector transmite enfermedades como el achaparramiento del maíz (producido principalmente por Spiroplasma kunkelii) que pueden causar pérdidas significativas en los rendimientos, llegando incluso al 70% en casos severos.

Vale recordar que la plaga de la chicharrita provoco grandes Pérdidas económicas, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó pérdidas superiores a los 2.000 millones de dólares debido al impacto del insecto en la campaña maicera 2023/24. Inicialmente el problema afectaba al norte del país, pero la presencia de la chicharrita se ha extendido a zonas donde antes no era común, como el centro y sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires.

Evaluación del nuevo informe

El decimoséptimo informe de la Red, que comprendió el período entre el 29 de marzo y el 14 de abril y analizó 389 localidades a nivel nacional, evidenció un notable incremento de la población de chicharritas, especialmente en las regiones endémicas. Mientras que el Litoral exhibió cierta estabilidad, en las demás zonas productoras de maíz se registró un aumento constante en las capturas del insecto.

Una campaña sin sobresaltos… gracias al monitoreo

El seguimiento regional demostró ser crucial en esta campaña. Las detecciones tempranas y la pronta respuesta de los productores permitieron evitar una situación crítica similar a la de 2023/24, cuando el avance del vector y los patógenos transmitidos causaron importantes pérdidas en el rendimiento del maíz.

En palabras de Alejandro Vera, investigador de la EEAOC y coordinador de la Red, el trabajo preventivo de este año fue efectivo, pero advierte que no se debe bajar la guardia.

«Si bien más del 90% de los lotes ya superaron el período crítico o fueron cosechados, la amenaza persiste. El monitoreo continuo es fundamental para entender la dinámica de la chicharrita».

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Fin de controles y ambiente propicio para su expansión:

La suspensión de los tratamientos fitosanitarios, sumada a las temperaturas templadas otoñales, crea un escenario favorable para el crecimiento de las poblaciones de la chicharrita. Aunque no haya cultivos de maíz susceptibles en este momento, el insecto permanece en el agroecosistema y podría resurgir con fuerza en la próxima campaña si no se mantiene una vigilancia activa.

La Red Nacional enfatiza la necesidad de seguir utilizando trampas y realizando inspecciones directas en los campos, sobre todo durante la ausencia de siembras. El propósito es anticipar, recopilar información y optimizar las estrategias de control para el ciclo 2025/26.

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«Este es un problema complejo, sin soluciones inmediatas ni únicas. Lo que aprendamos ahora será crucial para mejorar nuestras respuestas futuras», señaló Vera.

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