Muchos creemos que con las bajas temperaturas las plagas desaparecen, pero no es así, sino todo lo contrario. En temporada frescas a frías también existen insectos que nos complican la vida en la huerta ecológica y el jardín.
El problema de las plagas agrícolas es un desafío constante y complejo que afecta significativamente la producción de alimentos a nivel mundial, incluyendo Argentina.
Las plagas agrícolas, que incluyen insectos, ácaros, nematodos, hongos, bacterias, virus y malezas, representan una de las mayores amenazas para la agricultura desde sus inicios. Estos organismos pueden causar daños devastadores a los cultivos en todas las etapas de su desarrollo, desde la siembra hasta la cosecha y el almacenamiento, lo que se traduce en importantes pérdidas económicas para los agricultores, la industria alimentaria y los consumidores.
En la temporada de otoño, las temperaturas comienzan a descender y la humedad puede variar en varias instancias, con lluvias que aparecen de a momentos y suelen ser copiosas y abundantes dependiendo de la región, creando condiciones propicias para ciertas plagas en los cultivos de Argentina. Algunas de las plagas que pueden aparecer durante esta temporada son:
- Orugas cortadoras: Estas larvas de polillas pueden dañar las plántulas de diversos cultivos, como maíz y soja, cortando los tallos a nivel del suelo.
- Pulgones: Diferentes especies de pulgones pueden atacar una amplia gama de cultivos hortícolas y extensivos, como el pulgón amarillo del sorgo que se ha expandido rápidamente en algunas regiones.
- Chinches: Algunas chinches, como la chinche de los cuernos en el maíz y la chinche diminuta que afecta la implantación de soja (Nysius sp.), pueden causar daños en las hojas y los tallos.
- Ácaros (arañuelas y trips): Estos pequeños arácnidos pueden proliferar en condiciones de sequedad relativa y atacar leguminosas y otros cultivos, causando decoloración y deformación de las hojas.
- Caracoles y babosas: Con el aumento de la humedad después de las lluvias, estos moluscos pueden volverse problemáticos en huertas y cultivos bajos, alimentándose de hojas y frutos.
- Polilla de la especia (Agrotis ípsilon): Los adultos pueden aparecer en mayor número en otoño, y sus larvas son orugas cortadoras.
- Escarabajo Anomala testaceipennis: Aunque principalmente atraído por las luces, en campañas anteriores se ha observado en gran número y causó defoliaciones en soja.

Es importante realizar un monitoreo constante de los cultivos para detectar la presencia temprana de estas plagas y tomar medidas de control adecuadas. Estas pueden incluir métodos biológicos, culturales y, si es necesario, químicos, siempre siguiendo las recomendaciones de profesionales y las normativas vigentes.