La tecnología agrícola da un salto innovador en el sur mendocino con la incorporación de drones para la siembra de pasturas. Esta novedosa técnica ofrece mayor precisión, eficiencia y ahorro de recursos en comparación con los métodos tradicionales.
La integración de drones en la agricultura está marcando un antes y un después en las prácticas rurales, permitiendo una transición desde métodos tradicionales hacia un uso cotidiano de tecnologías avanzadas. Como parte de la cuarta revolución industrial, esta herramienta está siendo capitalizada para mejorar la producción en el campo.
En la actualidad, los drones se emplean en tareas como siembra, pulverización y fertilización, además del monitoreo de cultivos, control de malezas y plagas, y manejo ganadero.
Innovaciones en la siembra de pasturas con drones
En el oasis irrigado del sur mendocino, la siembra de pasturas ha ganado importancia en las últimas temporadas. Tradicionalmente, esta tarea se realizaba manualmente, lo que generaba falta de uniformidad, mayor consumo de semillas y una inversión considerable de tiempo.
Recientemente, se llevó a cabo una demostración de siembra en una parcela de pastura consociada (gramínea y leguminosa) utilizando un dron AGRAS T40 de la marca DJI, equipado con un tanque de siembra de 50 kg. Se sembraron 30 kg de moha (gramínea) y 5 kg de alfalfa (leguminosa), ajustando parámetros de vuelo para lograr una densidad entre 150 y 200 plantas por metro cuadrado.
Los vuelos de siembra se realizaron sobre dos parcelas preparadas con rastra de disco y sistematizadas para riego superficial post-siembra.
Resultados prometedores
A los 35 días de la siembra, se verificaron los resultados en el campo, con una densidad promedio de 163 plántulas por metro cuadrado. La moha mostró un rápido crecimiento y desarrollo, protegiendo a la alfalfa de las inclemencias climáticas. Las imágenes del experimento muestran tanto una vista general como detalles de las especies consociadas.
El uso de drones en la siembra de pasturas ha demostrado ser una alternativa eficiente y menos laboriosa comparada con los métodos manuales. La incorporación de esta tecnología mejora significativamente la calidad de la siembra y promete un impacto positivo en las producciones futuras.