Dirigentes del campo volvieron a rechazar la propuesta de aumentar las retenciones a las exportaciones de maíz, trigo y girasol, en medio de un fuerte aumento de los precios internacionales de los granos, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania.
En Argentina, debido a su tardío desarrollo industrial, que nunca logró la importancia que tiene el sector agroexportador desde los comienzos del desarrollo económico nacional, los campos y los recursos naturales agrícolas y ganaderos son la gran fuente de ingreso de divisas al país.
Desde este punto de vista, los partidarios de las retenciones agropecuarias sostienen que estas sirven para aportar un equilibrio a través de los aportes impositivos de la población más pudiente. El gasto público requiere de impuestos, y la redistribución de la riqueza está lejos de lograrse. De todo esto, el Gobierno se lleva una gran tajada.
El dinero que el Estado le cobra al sector agropecuario por su producción sigue en aumento: así lo destaca un informe de la Fundación Agropecuaria por el Desarrollo de Argentina (FADA), la cual informó que, de cada 100 pesos que genera el campo, el Gobierno ya se lleva casi 65.
En el primer trimestre del año, un promedio del 64,9% de la renta de los productores agropecuarios quedó en manos del Estado en forma de impuestos: esto implica un aumento del 1,7% sobre la presión impositiva al campo en contraste con el anterior período analizado, el cual cerró diciembre en un 63,2%.
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La propuesta de Feletti hace ruido al campo
Según trascendió, el funcionario busca llevar las retenciones de trigo de 12 al 25%, las de maíz del 12 al 20% y girasol de 7 al 15%.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, aseguró que la propuesta del funcionario «tiene aristas de provocación y de ideología», y reiteró que las retenciones son «ilegales», porque el 31 de diciembre pasado vencieron las facultades que tenía el Gobierno para modificar el esquema de las mismas. Algo que derivó en un planteo judicial, mediante un recurso de amparo, de la Sociedad Rural Argentina y la Sociedad Rural de Jesús María para que sean declaradas «inconstitucionales».
«Por otro lado, frente a un aumento de los precios internacionales de la soja y los cereales, el dirigente recomendó al Gobierno «tomar medidas y decisiones claras que generen previsibilidad y confianza, que son herramientas que necesita cualquier inversor. Pero con un Gobierno que toma el camino equivocado, con políticas dubitativas, y encima inmerso en un conflicto interno, donde un ministro dice una cosa y un secretario otra cosa, creo que estamos lejos de alcanzar un ámbito ideal para desarrollar nuestra actividad, donde el principal estímulo que necesitamos es que se baje la presión impositiva para de esa manera producir más y que aumente nuestro saldo exportable».
Jorge Chemes, presidente de CRA.
Jorge Chemes también lamentó que el país no esté aprovechando las oportunidades que viene ofreciendo el mundo, en materia de precios y mayor demanda de alimentos, por las medidas que impulsa el oficialismo. «Hay una mezcla de ideología y de desconocimiento de los funcionarios, al momento de tomar decisiones en materia de política agropecuaria», agregó.
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Otras opiniones
Desde la Sociedad Rural Argentina también se pronunciaron en contra del avance de Roberto Feletti con la idea de aumentar las retenciones. El titular de la entidad, Nicolás Pino, en diálogo con Infobae, sostuvo que «el funcionario tiene que entender que las retenciones son inconstitucionales e ilegales y que la manera de ir solucionando los problemas de la Argentina, es con medidas que favorezcan la producción y la creación de puestos de trabajo. Deben dejar de apuntarle al sector agropecuario y tener una mirada recaudatoria para un Estado ineficiente».
Por último, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, expresó que el Secretario de Comercio Interior, «no entiende cómo funciona la economía. Los productores ya no toleramos ideas confiscatorias y medidas fiscalistas. ¿Hasta cuándo tanta impericia y necedad?. Desde Coninagro lo invitamos a recorrer un campo, a palpar nuestras economías regionales y a codearse con los productores, que vea cómo trabajan la tierra con las manos con callos y la incertidumbre de perderlo todo», señaló desde su cuenta de twitter.