Se decreta oficialmente que la corriente de La Niña ya está influenciando en el clima en Argentina. ¿Cómo afectará?

El fenómeno La Niña ha sido confirmado oficialmente por la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.).

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) declaró esta semana que el fenómeno de La Niña está «presente». Esto significa que se han cumplido los criterios: un enfriamiento persistente de las aguas superficiales del Océano Pacífico Ecuatorial (específicamente en la región Niño 3.4) ha alcanzado los umbrales necesarios para su declaración oficial.

La Niña es la fase fría del ciclo El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Su presencia impacta primero en el océano y luego en la atmósfera global, lo que se traduce en un cambio en los regímenes de precipitación y temperatura en diversas regiones del mundo.

¡Claro! Aquí tienes el texto reescrito y ampliado, detallando las características e impactos del fenómeno de La Niña, especialmente en el hemisferio sur y Argentina.

Características e impactos del fenómeno de La Niña en Sudamérica

La Niña es la fase fría del fenómeno climático conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del Océano Pacífico central y oriental ecuatorial. Este cambio en la temperatura del mar altera la circulación atmosférica global y, consecuentemente, los patrones de precipitación y temperatura en diversas regiones del mundo.

Impacto Típico en Argentina y Sudamérica

Cuando La Niña se establece, especialmente durante los meses de primavera (septiembre-noviembre) en el Hemisferio Sur, se intensifica la preocupación por sus efectos en los países sudamericanos, particularmente en Argentina y Colombia. Esta fase fría reconfigura la dinámica atmosférica (el movimiento del aire) en el continente a medida que avanza la época estival (verano).

El Océano Pacífico Ecuatorial con áreas de enfriamiento (azul), según datos de la NOAA.

Patrones de Precipitación

El rasgo más distintivo de La Niña en el sur de Sudamérica es la tendencia a lluvias inferiores al promedio en áreas clave:

  • Zonas Productivas (Argentina): La región central y la Mesopotamia argentina suelen recibir una señal de déficit hídrico. Esta reducción de precipitaciones es crítica, especialmente en el verano, cuando la alta insolación y las temperaturas intensifican la demanda de agua de los cultivos.
  • Contraste Regional: Sin embargo, no todas las regiones experimentan sequía. Los veranos bajo La Niña tienden a ser más lluviosos en el Noroeste Argentino (NOA) y en algunas zonas del oeste, como partes de las provincias de Córdoba y San Luis.

Consecuencias para la agricultura

La activación de una fase La Niña en primavera genera alertas inmediatas, principalmente enfocadas en el ciclo agrícola.

  • Campaña de Verano (Soja y Maíz): El impacto más significativo recae en los cultivos de verano, como la soja y el maíz. La combinación de menor disponibilidad de agua y el estrés por calor en las etapas críticas de crecimiento, floración y llenado de granos puede reducir significativamente los rendimientos.
  • Campaña de Invierno (Trigo): El trigo, cuya campaña culmina en noviembre, a menudo no se ve afectado por La Niña, o incluso puede beneficiarse de condiciones anteriores. De hecho, a veces se registran cosechas récord antes de que los efectos de la fase fría se consoliden plenamente.

Variabilidad y Vigilancia Continua

Es fundamental entender que no todos los eventos de La Niña son idénticos. La intensidad y duración del enfriamiento oceánico, así como la interacción con otros sistemas climáticos regionales, determinan la severidad y la localización precisa de los impactos.

Por esta razón, los servicios meteorológicos y agrícolas mantienen una vigilancia constante para evaluar la evolución del fenómeno y su posible efecto en los patrones de siembra y rendimiento de la campaña agrícola.

Lo que dice el Servicio Meteorológico Nacional

«El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha publicado la actualización de su pronóstico climático trimestral oficial, que refleja un posible impacto del fenómeno La Niña en los patrones de precipitación para lo que resta del año.

Se anticipa un déficit de lluvias (probabilidades de ser inferiores a lo normal) en la región del Litoral y el noreste de Argentina (Misiones, Corrientes, Entre Ríos, y el este de Chaco, Formosa y Santa Fe), así como en el noroeste de la Patagonia.

En contraste, y siguiendo la tendencia característica de los episodios de La Niña, se esperan precipitaciones frecuentes y abundantes en el Noroeste Argentino (NOA).

El resto del país mantendría acumulados de lluvia dentro de los parámetros normales para la estación, considerando el aumento habitual de las precipitaciones en la franja central durante la primavera y el verano.»

Con información de: https://agroverdad.com.ar/ https://www.ambito.com/

Compartir en