Para impedir el ingreso y la expansión en Argentina, el INTA recomienda conocer a detalle la enfermedad, monitorear los lotes y reforzar las prevenciones.
La reciente detección de jopo (Orobanche cumana) en Santa Cruz, Bolivia, ha encendido las alarmas sanitarias en Argentina, país que hasta ahora se mantiene libre de esta devastadora maleza parásita. El jopo ataca directamente las raíces del girasol, puede diezmar los cultivos y reducir los rendimientos a cero.
Expertos del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y asesores internacionales alertan sobre la urgencia de actuar preventivamente.
Un enemigo silencioso y poderoso
El jopo es una parásita con una «altísima capacidad invasiva y reproductiva» y un gran impacto en la productividad del girasol, según advierte Fernando Giménez, coordinador del Programa de Cereales y Oleaginosas del INTA.

La amenaza radica en su capacidad de dispersión y persistencia:
- Semilla Minúscula y Duradera: La semilla del jopo es minúscula, puede vivir hasta 20 años en el suelo y viajar adherida a granos, maquinaria, agua, animales o incluso al calzado, explicó Sebastián Zuil, especialista en girasol del INTA Rafaela. Una vez que infesta un lote, «condiciona la rotación por más de una década».
- Capacidad Reproductiva Explosiva: Cada planta de jopo puede producir hasta medio millón de semillas. Si la maleza llega a florecer y liberarlas, la infestación se multiplica de manera explosiva. La prevención es la única estrategia eficaz, ya que una vez instalada, es muy difícil de erradicar.
La Clave: Monitoreo y detección temprana
Ante la velocidad con que la plaga se expande —como lo demuestra la experiencia en Santa Cruz, similar a los «peores escenarios de Europa y Asia»— el punto clave es anticiparse y evitar su ingreso al país.
El monitoreo minucioso y la vigilancia activa de los lotes son la herramienta más efectiva hoy, enfatizan los especialistas.
Protocolo de Alerta y Reporte:
- Vigile Cambios en la Planta: Preste especial atención a plantas de girasol débiles, menos vigorosas o marchitas desde estados iniciales (como V4). Esté atento a cambios en color, tamaño o salud.
- Examine Raíces y Tallos: Busque brotes emergentes en la base del tallo o deformaciones en las raíces (nódulos radiculares).
- Identifique al Parásito: El jopo es una planta parásita sin clorofila, con un tallo que emerge del suelo similar a un espárrago, llamado turión. Con un mínimo entrenamiento, puede diferenciarse de otras malezas.
- Reporte Inmediato: Ante cualquier sospecha, es crucial reportar de inmediato. Informe a una agencia del INTA o complete el formulario oficial de SENASA.

El desafío no es combatir una invasión ya instalada, sino evitar que ingrese. La colaboración de toda la cadena productiva es determinante: aumentar el conocimiento de esta maleza, compartir experiencias y estar atentos en cada campo son la mejor forma de proteger el girasol argentino.
Con información de: https://www.argentina.gob.ar/